La decadente televisión
Seguramente usted es de los que hacen coraje cada que enciende el televisor e intenta entretenerse con una serie o el evento... [Seguir leyendo]
El destino de Zaldívar
Del plato a la boca, a veces se cae la sopa, no existe duda. Arturo Zaldívar hasta no hace mucho, se le hacía chiquito el mar para echarse un buche de agua y escupía por un colmillo porque luego de los generales de primera línea, o sea, los que aspiran a la silla dorada como en su momento soñaron: el carnal Marcelo, Adán Augusto López —el hermano que nunca tuve— Delfina Gómez flamante gobernadora del estado de México, y hasta Rocío Nalhe próxima gobernadora de lo que queda de Veracruz, que le han encontrado más propiedades que al nopal, en el próximo equipo que terminará de desmadrar nuestro país en manos de la judía, el exministro Zaldívar difícilmente puede ser excluido como el Fouché de la Corte que continuará el viacrucis al que nos condenó López “Cocodrilo”.
La Suprema Corte de justicia de la Nación que jamás había sido atacada y o denostada por el presidente hasta que ilegal e inmoralmente renunció el deshonesto ex presidente para entregar el mallete de mando a Norma Piña e integrarse al equipo de campaña de Claudia aún cuando ostentaba el cargo de Ministro, es considerado un hecho sin precedentes en la historia de nuestro México, ya que de defender las leyes para todos los mexicanos, se transformó en vocero lame-suelas de la candidata en una metamorfosis que produce asco.
Primero, reconocido por el presidente López, Arturo Zaldívar formaba parte como un eslabón más de la cadena para unir los poderes Ejecutivo y Judicial de forma increíble en un corre, ve y dile de la oficina de Palacio Nacional para que Antonio Alpízar Salazar que despachaba en la oficina del piso 14 como secretario general del CJF —Consejo de la Judicatura Federal— para “transmitir” las sugerencias-órdenes del ministro Zaldívar que a su vez ordenaba el inquilino de Palacio Nacional.
Todo un estercolero.
De ahí, se pueden entender las grandes decisiones, ambages, chuecuras y convenencieras sentencias como lo de Odebrecht, Lozoya, Murillo Karam, la plagiaria de tesis Yazmín Esquivel, esposa de Riobóo constructor compadre de López, la cancelación del aeropuerto de Texcoco y tantas arbitrariedades que se ocultan, porque no tienen la importancia como las comentadas, pero que no dejan de enlodar más al podrido Zaldívar.
Según los expertos y sabios en el quehacer político, auguran una cosa conociendo las entrañas del “Cocodrilo”: o lo siguen apoyando hasta el precipicio en el que caerá Sheinbaum, o lo desconocerán y botarán a la basura como papel desechable, costumbre de la mafia… y la política.
Cómo puede un ser humano estar en la cúspide, arañando el cielo y muy cercano a Dios nuestro señor omnipresente, a unas semanas de convertirse en Fiscal General para convertirse en el dueño de la justicia, y en un suspiro, el ser más vituperado, devaluado que más detestan los enemigos… y los que creía él, eran sus cómplices, porque a estas alturas ni el presidente López y por supuesto la rémora hereditaria de la Claudia le toman la llamada.
Si no lo cree, que le pregunte a Marcelo Ebrard que se creyó de las mujeres consentido como “Juan Charrasqueado” y ya ve, ni tiempo dieron de montar en su caballo y le madrugaron con la judía.