Veracruz: El paraíso perdido
Veracruz gana sin bulla y alegría, triunfa con cifras hace décadas nunca vistas, pero nadie muestra su alegría; todos callan,temerosos. ¿Qué sabrán?... [Seguir leyendo]
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La transición, el escándalo de la mega deuda y el inicio del nuevo gobierno estatal, ha opacado la precaria condición en que se encuentra Monterrey.
Es inocultable que la ciudad está descuidada y con múltiples problemas financieros que se excusan por la falta de recursos que el Gobierno del Estado ha retenido en los últimos meses.
Y aunque el gobernador Jaime Rodríguez Calderón pide no comer ansias, la alcaldesa Margarita Arellanes clama por los más de 300 millones que se le han retenido a la ciudad, a pesar de que no se había nombrado al Secretario de Finanzas y Tesorero General del Estado.
Por lo pronto, Carlos Garza Ibarra se muestra abierto a entablar diálogo con los alcaldes salientes y el mismo gobernador ha pedido y reconoce, de entrada, que el Estado como los municipios tienen necesidades de recursos.
Pero no hay que olvidar que el desaseo financiero en Monterrey tiene responsabilidades.
Primero, en este espacio denunciamos en su momento que la ciudad estaba descuidada porque la alcaldesa buscaba la nominación del PAN como candidata a la gubernatura de Nuevo León.
Y una jugada de último momento derrumbó sus aspiraciones, pero el enorme daño ya estaba hecho.
El primer error de Margarita fue haber despedido a la Secretaria del Ayuntamiento, Sandra Pámanes, para ceder posiciones a los grupos de poder panistas.
Tras el fallido intento, Margarita regresó a la alcaldía y ejecutó venganza contra los panistas que la traicionaron, desarmando la estructura electoral que por dos décadas se armó en la nómina de Monterrey.
Pero como todo lo malo que pasa es culpa del ex gobernador Rodrigo Medina de la Cruz, claman por apoyos retenidos por el Gobierno del Estado.
Sin olvidar que también Margarita negoció parte de la deuda a pagarse en las próximas décadas.
Mientras Monterrey vive en la obscuridad y en la correcta proporción de los servicios públicos indispensables.
Adrián de la Garza, nuevo alcalde, ¿denunciará en su toma de protesta la serie de anomalías evidentes?
Es la pregunta toral del escándalo que viene.
