Las últimas boqueadas
El PRI sobrevivió a la primera alternancia porque controlaba la mayoría de los estados y el Congreso, por la red de intereses... [Seguir leyendo]
Combate a la corrupción
Tienen razón quienes desean que la corrupción desaparezca lo más pronto posible.
Recientemente fue aprobada – entre muchas otras – la nueva Ley Anti corrupción mandada por el Ejecutivo a la actual Cámara Legislativa.
En reciente visita a un hospital del ISSSTE vi algunos carteles – colocados por las autoridades federales donde aparece una persona recibiendo dinero ilícito para acceder rápido a los trámites que desea; en dicho cartel anuncian un teléfono para mandar sus quejas que seguramente serán atendidas; otros anuncios hablan de la honestidad que deben mantener – en todo trámite – los empleados; indudablemente se empieza a combatir dicha lacra.
Sin embargo, la ciudadanía debe cooperar para llevar a feliz término acciones administrativas; la corrupción debe combatirse por todos; dando “pelos y señales” de lo que vean.
“Tanto peca el que mata a la vaca como el que le detiene la pata” dice un refrán popular.
El combate será largo y pesado; la corrupción ha hecho presa de muchos funcionarios, pero por algo se empieza; en el caso de PEMEX, por ejemplo, se hace hincapié en esa lucha que deberá hacerse sin cuartel para quienes delinquen en cargos públicos.
¿No me lo creen quienes piensan que “seguramente seguirán robando”?
Es una apreciación; acepto que sigan pensando así; lo han visto muchas veces durante su vida; pero creo que ahora va en serio.
Hay que tener paciencia y hacer la denuncia correspondiente; es tarea de toda la sociedad.
¿Por qué no dar a la actual Administración Federal el beneficio de la duda?
¿Por qué caer en fanatismos que degradan y denigran a quienes los practican?
No se trata de ideologías cerradas, aceptadas, usadas como religiosidad; hay que ser congruente.
Debemos confiar en acciones dedicadas a combatir éstas cosas, sin caer en lo expresado por líderes incapaces y convenencieros. Debemos actuar con ideas que lleven tino y atingencia, sin estridencias que ahogan con sus gritos, en lugar de iluminar con ideas positivas.
Peña Nieto ha mostrado prudencia, inteligencia y sobre todo pragmatismo; quien no oye o lo vea, se hace voluntariamente sordo y ciego. A quienes insisten; hagan denuncias concretas y válidas.
Basta de fanatismos que nos conducen a un laberinto de incapacidad, con ausencia de razonamiento; que sólo hieren, pero no modifican; que se hunden en precipicios incómodos para perderse con la misma facilidad que emergió de su ronco pecho.
Es tiempo de crecer, de avanzar, de acercarnos a la modernidad, de padecer con las derrotas electorales y no reaccionar violentamente cuando se pierde; aceptar que en el campo de la democracia se gana y se pierde; entender esto, dignifica y enaltece. Quien prefiere seguir por los peligrosos caminos de la terquedad, se empeña en parecer incompetente y necio.
