Veracruz: El paraíso perdido
Veracruz gana sin bulla y alegría, triunfa con cifras hace décadas nunca vistas, pero nadie muestra su alegría; todos callan,temerosos. ¿Qué sabrán?... [Seguir leyendo]
«Cuando todos albañiles, ¿quién da mezcla?”
En Televisa, en los tiempos de “El Tigre”, le decían “Azcarragazos” a los fulminantes ceses de cualquier empleado, a veces sin motivo aparente o por cualquier nimiedad. Los mismos arranques los vi en otros hombres de negocios y funcionarios públicos de distintos niveles y a todos esos desplantes se les llamaba de maneras similares.
Lo sucedido con Víctor Manuel Vucetich es un acto de ese tipo, además de una injusticia. Si tras la primer victoria lo consentían y decían que había corrido con suerte, es inexplicable que los dueños del futbol mexicano pretendan resultados en apenas seis sesiones de entrenamiento y dos partidos de la Selección Nacional.
Se puede o no estar de acuerdo con las alineaciones de Vucetich, que si mantener al Chicharito o dejar fuera a Lobos, que no hacer los cambios necesarios y hacerlos a tiempo, pero en ninguna cabeza cabe el hecho y la forma en que fue cesado el director técnico.
La medida refleja con claridad el nivel de nuestro futbol, la desesperación y, sobre todo, la estupidez de los directivos que no se dan cuenta que en buena medida sus presiones, sus medidas y sus arranques tienen a México con un pie afuera del Mundial.
No es un asunto menor. Se trata de un negocio de millones de dólares el que está en juego. No es la presencia del tricolor en Brasil, sino la cantidad de publicidad que se genera y las divisas que produce la presencia del equipo nacional en el Mundial, así sea sólo en la fase inicial.
Habrá que desearle suerte al “Piojo”, porque como no consiga un milagro, lo correrán de la Selección, pero también del América y del futbol mexicano. Ya lo verán.