Veracruz: El paraíso perdido
Veracruz gana sin bulla y alegría, triunfa con cifras hace décadas nunca vistas, pero nadie muestra su alegría; todos callan,temerosos. ¿Qué sabrán?... [Seguir leyendo]
Riesgo
“La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica”. Aristóteles
Rabia, coraje, impotencia, siento al observar las imágenes de los destrozos causados por pandilleros en una escuela de la colonia Independencia el fin de semana anterior.
Más me encabrito al enterarme de que los vándalos no robaron nada del plantel, simplemente se introdujeron para pintarrajear paredes y hacer daños.
Me cuestiono el dónde están los mecanismos de inteligencia de nuestros cuerpos de seguridad que no atienden este pequeño detalle. Si no son capaces de atrapar a una bola de escuincles, ¿qué se puede esperar de las bandas organizadas?
Me pregunto, ¿en dónde están los estudios, análisis, programas, proyectos y demás de la Secretaría de Desarrollo Social? ¿Es que no tienen ubicados a estos grupos de chavos? Y si los tienen, ¿por qué no están haciendo nada con ellos?
De lógica simple y pura el pensar que las policías tienen un censo actualizado de las bandas de pandilleros, con sus líderes plenamente identificados, con sus ubicaciones geográficas y zonas de influencia, con los nombres de sus principales grupos rivales para evitar conflictos mayores.
Me sigo cuestionando, ¿en dónde están todas aquellas promesas de que la Secretaría de Educación cuidaría las escuelas? Si no son capaces de cuidar las instalaciones físicas, ¿cómo diablos es que cuidan a nuestros hijos?
Un alocado festín, nada más de puntos, de unos chavos sin qué hacer, pone en entredicho a todo un gobierno y no sólo al del Estado, a los tres niveles en conjunto. ¡Ah, pero eso sí, ya no se cobran cuotas a los padres de familia! ¿Y quién pagará las reparaciones a esa escuela? ¿Cuál es el verdadero mensaje que se deja en los estudiantes de ese plantel?
Una reacción rápida y oportuna es necesaria, en esa y en todas las escuelas que sufren robos y destrozos. Capturar a los pandilleros y frente a todos los alumnos obligarlos a reparar los desmanes y además meterlos un rato en chirona para que aprendan la lección, no sólo ellos, sino los otros muchachos que sí van a la escuela y que resultan perjudicados por la apatía, abulia y menosprecio de las autoridades.
¿De qué sirve tanta inteligencia si no se pone en práctica?
