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La información nunca está protegida

Repunta la violencia

Muy a pesar de que los índices de violencia, han venido descendiendo en las estadísticas del norte del país, ese terrible flagelo no nos ha abandonado.

Los crímenes dolosos o masacres por venganza, solo indican que la violencia, aunque adormecida, permanece en los corazones de muchos mexicanos.

Ahora lo que compete a la autoridad es diagnosticar perfectamente los hechos para separar, adecuadamente, los eventos del crimen organizado y los que no lo son.

Por ejemplo un estudio de organizaciones oficiales anticrimen de Estados Unidos advirtió, a los integrantes de la Mesa de Seguridad, a la Policía Municipal y a la Fiscalía General del Estado de Chihuahua sobre la reorganización de las pandillas vinculadas al Cártel de Juárez, a su brazo armado La Línea y a sus operadores de distribución y narcomenudeo encabezados por la organización Barrio Azteca, en ese Estado.

El objetivo del cartel de Juárez, según el estudio denominado Juárez después de la Guerra,  es convertirse en los principales exportadores de drogas a través de ciudad Juárez y el Valle de Juárez, primero retomando el control territorial de la frontera y evitando un nuevo enfrentamiento con el Cártel de Sinaloa.

Después continuar con sus operaciones de narcomenudeo, trasiego y contrabando de estupefacientes a Estados Unidos, como lo hacen otras organizaciones delictivas como la Familia Michoacana, que paga derecho de piso al Cártel de Sinaloa para cruzar droga por Juárez.

El estado actual de las pandillas delictivas en Juárez hace difícil determinar si la ciudad va hacia un nuevo equilibrio, o hacia otra fase de violencia y reacomodo.

El estudio dice que el 2012 fue el año menos violento desde 2007 en Juárez, esta disminución no se debe a la depuración policiaca o a la eficiencia en la procuración de justicia.  Según los analistas, es que el Cártel de Sinaloa está cobrando piso, impuesto, a otras organizaciones que utilizan su territorio para hacer negocios.

Barrio Azteca, pandilla nacida en el sistema carcelario de Texas, es hoy el Factor X, después de la guerra por Juárez. Cuenta con más de 5 mil miembros sólo en ciudad Juárez. Trabaja con una multitud de pequeñas pandillas y ha asumido un papel permanente en el movimiento de drogas a través de la frontera desde que los Carrillo Fuentes dejaron vacante el área tras los enfrentamientos con el Cártel de Sinaloa.

Las autoridades de Texas dicen que Barrio Azteca es tan efectivo que trabaja como una extensión del Cártel de Juárez. Sus miembros facilitan el movimiento de personas y drogas hacia Estados Unidos, consiguen armas, vehículos y otros materiales y actividades criminales en nombre del cártel.

Las pandillas en las zonas controladas por los Aztecas operan bajo su competencia. Conforman un elaborado y disciplinado sistema para hacer dinero, como una franquicia.

En la cúspide están los Generales, Capo Mayor en las cárceles en Estados Unidos, de entre 45 y 50 años de edad, y condenados a cadena perpetua, controlan de arriba hacia abajo.

Son un pequeño grupo: dos o tres en la cárcel; cinco o seis en libertad.

Les siguen los Capitanes que dirigen miniplazas para generar ingresos. Su principal tarea es cobrar a los Tenientes y llevar los libros contables.

Los Tenientes tienen Sargentos, una mezcla de Aztecas y no Aztecas que emplean a los llamados Indios o Soldados para recoger el dinero. A medida que el ingreso pasa hacia arriba, cada nivel toma su parte.

Los ingresos se dividen en dos bloques: la distribución local de droga que representa más de la mitad de los ingresos locales. El otro bloque es la extorsión, el tráfico de personas, el robo de vehículos y el tráfico de armas.

Para sortear a la policía, la mayoría de la venta de droga es entregada directamente al consumidor. Los pedidos se hacen por teléfono utilizando un lenguaje codificado que suena como una orden de comida rápida: pollo asado significa una orden de corte de cocaína; pollo crudo es una orden de cocaína pura para cocinar y revender como un derivado.

La orden es enviada en automóviles, motocicletas y hasta en bicicletas. Los Indios a menudo son menores de edad y llevan un poco más de un par de dosis por si los capturan no sean procesados.

En las cárceles de ciudad Juárez, los Aztecas tienen un General, un jefe militar y hasta un representante de relaciones públicas.

Los aztecas han desarrollado la experiencia para mover pequeños envíos de droga a Estados Unidos, paquetes de 1 a 2 kilos de cocaína y heroína, pero eso ya puede estar cambiando.

Se dice que Barrio Azteca, está moviendo hasta 10 kilos de heroína hacia Nueva York, ya que tiene infraestructura y personal allá y puede demandar una parte cada vez mayor del comercio internacional de drogas.

Ninguna otra pandilla callejera está tan cerca de demostrar su fuerza, lo irónico es que la batalla por ciudad Juárez pudo haber acelerado el proceso.

Barrio Azteca podría retomar el control del tráfico de drogas en la región desde el dominio que ejerce, donde controlan el mercado local de distribución de drogas, la extorsión, el tráfico de personas y otros pequeños negocios ilegales. Su dominio es total.

El estudio hecho por instituciones anticrimen de Estados Unidos nos indica que están muy preocupados, ya que estas acciones en nuestro territorio terminan incluso hasta Nueva York, por ejemplo.

Pero no sabemos si esta información les sirva para combatir el tráfico de drogas, o para cobrar la parte que les corresponde a los malosos de aquel país.
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