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IMSS: ‘importa madre su salud’

¿Usted o algún conocido padece de los nervios, o de daños al hígado o riñones, hipertensión, irritación de los pulmones, de los ojos, reacciones en la piel o vómitos y diarreas sin una causa o razón aparente? Tal vez el origen del padecimiento pudiera ser contaminación por mercurio.

El mercurio es un potente tóxico que afecta al cerebro, la médula espinal, los riñones y el hígado. Algunos estudios también han demostrado que este metal aumenta el riesgo de infarto. Todos los datos disponibles apuntan a que el mercurio provoca alteraciones cromosómicas que se traducen en trastornos físicos y mentales. Se trata de uno de los productos más peligrosos debido a su capacidad de biomagnificación. O dicho de otro modo, se acumula en los organismos y se transmite de unas especies biológicas a otras en la cadena alimentaria.

El problema de fondo pudiera ser la aplicación de la mundialmente famosa amalgama dental, producto primitivo y muy contaminante. Es un remanente anticuado de la época decimonónica, que está compuesta en casi un 50 por ciento por mercurio puro.

El peligro de la amalgama radica en que no es una aleación, sino que los metales están sólo mezclados y no fusionados, y por consiguiente se liberan fácilmente en el organismo, consta de un 50% de metal mercurio líquido 30 % de plata, 9% de estaño, 6% de cobre y trazas de Zinc. El dentista antes de la aplicación bucal mezcla el mercurio líquido con el resto de los metales y las virutas de estaño, y forma así una masa mojada para poder empastar la cavidad. Este empaste endurece en los siguientes días porque los vapores de mercurio escapan y el paciente los traga y los inhala. La amalgama siempre pertenece al grupo de los metales bastante blandos; por eso se puede disolver por la influencia del calor, de los ácidos o por la interacción mecánica causada por el choque de muelas. La amalgama produce un flujo constante de Mercurio y Talio en nuestros cuerpos, sin mencionar níquel, cromo, cobre y otras docenas más.

La era de la amalgama, es probable que algún día se conocerá como era oscura en la historia humana. Más oscura que el canibalismo, cortar cabezas, el arrojar cristianos a los leones, quemar a los no-cristianos en un madero, o participar en dos guerras mundiales. Se implantó el desastre de la amalgama tanto al muy joven, como al muy viejo, en el enfermo y el saludable, tanto en mujeres así como hombres. Los estragos cometidos al llevar a la gente a ingerir mezclas de mercurio día y noche probablemente inimaginables.

Además de los riesgos de salud relacionados con poner mercurio en dientes cariados, también está el problema de la contaminación ambiental causado por la industria dental. Una vez liberado en el medio ambiente, el mercurio dental se convierte en metilmercurio y contamina a los peces que consumimos.

A pesar de la evidencia, la Asociación Dental Americana (ADA) continúa aprobando el uso de amalgamas dentales, negándose a reconocer los problemas inherentes y los riesgos relacionados con el mercurio dental, pero no obstante paradójicamente prohíbe a los dentistas desechar los empastes viejos que retiran a sus pacientes por medio de los servicios de recolección de basura… en aras de no contaminar el ambiente!

Dato curioso: La ADA (Asociación Dental Americana) es dueña de una de las patentes de amalgama más utilizadas del mercado.

La ADA también fue una de las fuerzas pro-mercurio que buscó que las amalgamas dentales fueran exentas del tratado ambiental sobre el mercurio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP). Afortunadamente, a principios de este año el plan fracasó. El 19 de enero del 2013, más de 140 naciones reconocieron su potencial peligro, y acordaron el tratado, dando origen al “Convención de Minamata contra el Mercurio” que incluye una disminución gradual en todo el mundo del uso de amalgamas dentales para reducir la contaminación por mercurio.

Por suerte, en Monterrey cada vez más dentistas y profesionales de la salud han comenzado a darse cuenta de este problema y le están dando la espalda a esta práctica arcaica. Hasta el famoso Dr. Carrillo, en sus simpáticos comerciales de Don´t Worry Be Happy señalaba los peligros de las amalgamas dentales.

Según una encuesta, el 52 por ciento de los dentistas estadounidenses informaron que ya no están colocando amalgamas en las bocas de sus pacientes.

Pero no todo es buenas noticias ya que en todo nuestro país, la amalgama dental continúa siendo el material más utilizado como restaurador dental, especialmente para los sistemas de salud públicos como el IMSS o ISSSTE que brindan atención a los trabajadores y población vulnerable, o para los programas que se realizan en poblaciones rurales. Se evidencia que al Gobierno no le importa los riesgos a la salud, y todo porque la amalgama ha sido y sigue siendo el empaste más barato del mundo.

Pero las consecuencias de su uso van a ser muy graves para nosotros y para nuestras futuras generaciones. En el año 1960 un prestigioso médico, Dr Stock, cambió todos sus empastes y publicó unos artículos, porque se encontraba a sí mismo como recién nacido y quería conseguir que todo el mundo mejoraran su salud de la misma manera. En el año 1995 aparecieron por primera vez unos artículos manifestando que las enfermedades autoinmunes y las alergias podrían ser causadas por los empastes de amalgama.

Cuando hay en la boca una mezcla de metales, por ejemplo, las coronas, los puentes, los empastes de oro y mercurio, la liberación de mercurio se realiza a una velocidad 10 veces más grande. Hay unos 40-50 productos diversos en venta que salen en general de sus 20 fábricas en Alemania, Suiza y Austria, que importan el producto virgen de los países del tercer mundo, y que los exportan en casi todo el mundo.

Sólo hay pocos países que tienen totalmente prohibido la fabricación, la exportación, la importación y el uso de este producto; uno de estos países es Suecia. Actualmente se habla en los parlamentos de los Estados Unidos y de Alemania de prohibir en el futuro el uso de amalgama.

A diferencia de nuestro país, las amalgamas dentales están prohibidas en Noruega, Suecia y Dinamarca y en otros países existe la prohibición para ciertos grupos poblacionales o se advierte sobre su uso, o el paciente debe firmar un Consentimiento Informado para admitir que se las pongan dado el riesgo para la salud.

El prestigioso toxicólogo Dr. Max Daunderer (De Munich) describe los siguientes síntomas principales de la intoxicación de mercurio:
Poca vitalidad, irritabilidad, dolor de cabeza, mareos, temblores, molestias intestinales, pérdida de memoria, insomnio, debilidad muscular, dolores de espalda, de mandíbula, paradontósis, alergias, asma, nerviosismo, depresión, perturbaciones de coordinación, parálisis, perturbaciones de vista y de oído, defensas bajas frente a infecciones, arritmia, anemia, electrosensibilidad.

Con la información que existe, el sentido común nos advierte que las amalgamas dentales son potencialmente riesgosas y dañinas para la salud humana, luego entones no se entiende la postura de las instituciones del Sector Salud (y todo por ahorrarse unos pesos), por lo que deben realizarse todas las gestiones legales y legislativas necesarias, tendientes a prohibir en sus tratamientos la utilización de este tipo de sustancias en la salud bucal de todos los mexicanos.

Si usted tiene algunos de los padecimientos aquí referidos, el origen puede estar en su boca, y con la aquiescencia del IMSS.

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*Información extraída de EVALUACIÓN MUNDIAL SOBRE EL MERCURIO. Publicado por el PNUMA Productos Químicos Ginebra, Suiza. Dic. de 2002 versión en español publicada en Junio 2005.

 

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