Veracruz: El paraíso perdido
Veracruz gana sin bulla y alegría, triunfa con cifras hace décadas nunca vistas, pero nadie muestra su alegría; todos callan,temerosos. ¿Qué sabrán?... [Seguir leyendo]
¿Con qué se paga Lupe el table dance?
En ediciones anteriores, le platicaba que Rigoberto Lozano Cantú, jefe de las finanzas en la Sección 50 del SNTE, tiene la consigna de no pagar una sola nota, aunque sea de chicles, al dirigente Guadalupe “El Cochiloco” Castillo, por lo que muchos se preguntaban ¿De dónde saca para la pachanga?
Ya ve usted que a Lupito le encantan las chelas, y las abriles más…
En fin, ¿De dónde sale la lana? Pues fíjese que el encargado de los Servicios Médicos de la mencionada sección, un tal Ricardo de León Hernández, quien tiene fama de que le gustan los billetes, sobre todo ajenos, es el encargado de surtir y bien, al “Cochi” de fondos pa’ lo que guste su majestad.
La tranza funciona de la siguiente manera: De León cambió de proveedor de medicamentos, y los compra realmente a un precio ínfimo, pero en las facturas el precio es el mismo de siempre, es decir, que el nuevo abastecedor de medicinas da un generoso moche a los responsables de salud, y estos a su vez, reparten el pastel con el dirigente sindical.
Y ahí no acaba la película, cómo ve usted que el señor (Ricardo de León) vende incapacidades…
Muy mal Ricardito, que forma tan vil de darle la espalda a Mirna Saldivar y convertirte al Cochiloquismo.
Por cierto de incapacidades, ¿conoce usted a un tal José Antonio Villalobos? Es un tipo que se las da de muy institucional y cada que tiene tiempo se la pasa diciéndole a los quejosos que se pongan a jalar, que dejen de protestar y que respeten al SNTE y claro a su amo y señor Lupe Castillo.
Pues resulta que Villalobos está de tiempo completo en el sindicato, y justifica las faltas en su centro de trabajo con incapacidades, en las que se dice que supuestamente anda muy malo de la espalda.
Pues adivine quién le facilita las incapacidades… Ni más ni menos que Ricardo de León, y tan falsa es la incapacidad del susodicho, que hasta fotos hay de él cargando sillas en eventos públicos, ¿pos no que muy malito?
¡Ah gente maguacatera! Así que, estimado profesor o profesora, si llega al servicio médico y le dan gato por liebre en sus medicamentos, recuerde esta columna, y entenderá porque sus medicinas son más chafas que las del Dr. Simi.
Saludos.
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