Veracruz: El paraíso perdido
Veracruz gana sin bulla y alegría, triunfa con cifras hace décadas nunca vistas, pero nadie muestra su alegría; todos callan,temerosos. ¿Qué sabrán?... [Seguir leyendo]
Los magistrados de la Corte Suprema del país; es decir la máxima autoridad judicial de la Nación, convirtieron la constitución en prostitución.
Montaron un gran espectáculo circense al concluir el caso Cassez, se fueron al límite; la liberaron.
“Se fueron al baño; la regaron”, de acuerdo a opinión de muchos ciudadanos.
Y en colmo de insensatez, declaran que no consideraron que fuera “culpable o inocente” (¡booolas!), es decir, aceptan – con inmensa desfachatez – que pudieron sacar del bote a una persona condenada previamente por otras tres instancias judiciales, a 60 años de prisión.
Las víctimas que fueron agredidas por la banda encabezada por Israel Vallarta, el novio de Cassez, no cesan en manifestar su repudio a tan insólita forma de impartición de justicia.
También aseguran que reconocieron plenamente a la francesa como una persona colaborando ampliamente con sus captores; que nunca cayeron en contradicciones, como asegura la Ministra que elaboró el proyecto de dar “amparo, claro y llano” a la rea francesa.
Algunos juristas dicen que el verdadero proceso empieza cuando se presenta al “presunto implicado”, ante el Ministerio Público; el famoso montaje se efectuó antes; es decir; los argumentos especificados en el Proyecto elaborado por la Ministra Olga Sánchez fueron precisamente la causa principal de su proyecto de liberación, por considerar que los derechos de la inculpada fueron violados en dicho montaje
La condena de los jueces previos, a sesenta años de prisión; simplemente “les valió gorro”.
No creo que en ninguna parte del mundo hayan tratado un caso en la forma tan desaseada que resolvieron éste, nuestros ministros de la Tremenda Corte.
Ya lo habíamos considerado en otra ocasión; desde que colocaron un canal de TV que transmita las sesiones “públicas”, los magistrados se convirtieron en grandes actores (muy bien pagados, por cierto); preparan el script en la soledad de sus cubículos, para luego salir a escena y representar cada uno el papel asignado; muy buenos actores; muy malos representantes de la justicia.
Que distinto hubiera sido si en su momento, cuando vino a nuestro país el Presidente de Francia Sarcozy y pidió a su homólogo Calderón que, basado en acuerdos previos, permitiera que la culpada de secuestro, concluyera su juicio en Francia algo que Calderón negó categóricamente, frustrando, o quizá suponiendo que no era necesario apegarse a un acuerdo firmado por dos naciones soberanas
Ésta resolución del ex mandatario mexicano dañó las relaciones entre ambos países.
Nos hubiéramos perdido tanto bochorno causado por la estrambótica libertad de la secuestradora.
Pero la inmensa terquedad del ex Presidente Calderón evitó que esto sucediera.
El “maistro” Torres decía sabiamente; o socráticamente:
“Es mejor aceptar ser pendejo que porfiar en necedades que lo confirmen”.
¡Salud!
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