Veracruz: El paraíso perdido
Veracruz gana sin bulla y alegría, triunfa con cifras hace décadas nunca vistas, pero nadie muestra su alegría; todos callan,temerosos. ¿Qué sabrán?... [Seguir leyendo]
La reforma educativa
Líderes magisteriales de Nuevo León se reunieron ayer con la Comisión de Educación, Cultura y Deporte del Congreso. El tema, por supuesto, es la postura sindical respecto a la reforma educativa. Los líderes de las secciones 50 y 21 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, plantearon a los diputados locales sus inquietudes sobre la reforma, y los exhortaron a compartir asumir esas dudas a la hora de votar sobre estas modificaciones a los artículos Tercero y Septuagésimo Tercero de la Constitución Mexicana.
Aquí debemos hacer la precisión de que esta reforma ya ha sido aprobada por 19 estados. Faltaría hasta el momento la aprobación de 12 estados y de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Sin embargo, hasta donde se percibe, todo indica que la línea generalizada es la aprobación de esta reforma.
Incluso si los 13 votos faltantes fueran adversos, la reforma pasa. Se necesitaban la mitad más uno de los votos confederados para que se considerara una reforma constitucional. Esto le da a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión la facultad de validar esta reforma y turnarla de inmediato al Poder Ejecutivo para que sea promulgada. En estos términos, la discusión local no será inútil para aclarar posturas, pero sí inútil para detener una reforma que es ya prácticamente un hecho.
Decimos que la discusión local es inútil, pero no innecesaria. En una sociedad fundada en la democracia, la confrontación de ideas es muy nutritiva. Sin embargo, este posicionamiento sindical es más bien tibio y tardío, al menos al colocarlo en la mesa de diálogo por excelencia, que es la mesa parlamentaria.
Podremos estar a favor o en contra de la posición sindical en esta reforma, pero hay que decir que los maestros se han conducido con bastante civilidad. Por oposición, vemos en otras latitudes nacionales cómo se han desplegado contingentes con presiones más o menos agresivas ante autoridades federales y estatales. Tienen todo el derecho de manifestarse, no por ser maestros sino por el hecho de ser ciudadanos. Pero es claro que muchos de esos contingentes han optado provocar una irritación social que nada aporta al tema.
Diríamos que la actitud de los maestros en Nuevo León, hasta el momento, ha sido ejemplar. Tardío y tibio, pero han buscado el diálogo con las instancias adecuadas. No han presionado a los ciudadanos con reclamos que, como es evidente en esta democracia a la mexicana, podrían causar simpatía o repudio, pero jamás llevarían a los cambios que se buscan.
Además, hay que decir que a estas alturas, una movilización masiva no despertaría la simpatía de los ciudadanos, como sí pasó hace años cuando los maestros reclamaron sus derechos y los nuevoleoneses los apoyaron.
Ha cambiado mucho la percepción de los ciudadanos sobre el magisterio. Desde las impopulares cuotas hasta la mala calidad educativa, han hecho que la gente se sienta traicionada. La nueva reforma educativa es un misterio para los ciudadanos, apenas sí saben algunos detalles muy generales. Pero es muy probable que si se llevara a plebiscito, la mayoría de los ciudadanos votaría a favor.
Que nos disculpe el gremio magisterial, pero les pasa lo que sucede también con las fuerzas policiacas de todos los niveles: perdieron la confianza de la gente. Y si para fortalecerse como gremio se alinearon con las fuerzas políticas, no serán ahora los ciudadanos quienes les ayuden a salir del apuro.
