Veracruz: El paraíso perdido
Veracruz gana sin bulla y alegría, triunfa con cifras hace décadas nunca vistas, pero nadie muestra su alegría; todos callan,temerosos. ¿Qué sabrán?... [Seguir leyendo]
La inopia municipal
La pobreza extrema del erario municipal de Santa Catarina llegó a extremos verdaderamente insólitos. Es increíble que un presidente municipal, de cualquier partido, y los principales funcionarios de su gabinete, decidan no cobrar para poder pagar los sueldos a los empleados de base. Insistimos: ¡es increíble! Pero debemos de creerlo, porque así lo aseguró ayer el propio alcalde, Víctor Pérez. Claro que no será definitivo. Se trata de una solución de emergencia, sólo para librar esta quincena.
Es muy loable que el alcalde y los funcionarios decidan sacrificar su sueldo. Sobre todo porque ese dinero se destinará a la base laboral del municipio. Y de veras esperamos que no haya necesidad de que vuelvan a hacerlo, menos aún en estas fechas.
Pero viéndolo desde otro punto de vista, no es tanto el sacrificio. Si se considera que todos los políticos, y los funcionarios también lo son, presumen siempre de su “vocación de servicio”, esta es una manera más que ejemplar de demostrarlo.
Sin querer, o eso queremos suponer, el alcalde de Santa Catarina pone un ejemplo bastante peligroso. Otros municipios podrán no estar en las mismas condiciones económicas, pero o están cerca o se perfilan para estar igual. Y no hay que ir demasiado lejos de la capital del Estado para encontrarlos. Sin embargo, ni funcionarios ni alcaldes han llegado al extremo de sacrificar la quincena.
Hay que decir que no sería tanto el sacrificio. La verdad es que los salarios de primer nivel son bastante buenos como para que la merma se recupere rápidamente. Y si nos creemos de esos “rumores” de los negocioazos que se hacen al amparo de los cargos públicos, el sueldo sería incluso prescindible.
Pero el hecho es que, salvo ahora Santa Catarina, nadie se ha atrevido a dejar de embolsarse la generosa dieta del erario. Vaya, salvo alguna excepción sorprendente, ni el Congreso ha tomado una medida tan drástica. Ni siquiera en esta legislatura que durante todo un mes se la pasaron con mucha grilla y nada de trabajo.
No faltará el munícipe que se cure en salud y diga que el alcalde de Santa Catarina exageró, que no era para tanto. Si alguno se atreve a decir esto, tendríamos que decir que la exageración fue de otros. Una crisis así en Santa Catarina, no apareció de la nada, Es obvio que venía arrastrándose de la pasada administración, y de la anterior, e incluso más allá. Y esto vale para las dificultades que enfrentan otros municipios e incluso el Estado.
Lo único que nos demuestra eso, es que la avidez ha sido excesiva, y finalmente llegó al punto de ruptura. Santa Catarina es una hebra de la deshilachada trama económica que padecemos. Además, un foco de alerta para salvar las finanzas de ese municipio, y evitar que a corto a largo plazo, toda la economía del estado acabe desmantelada.
