Veracruz: El paraíso perdido
Veracruz gana sin bulla y alegría, triunfa con cifras hace décadas nunca vistas, pero nadie muestra su alegría; todos callan,temerosos. ¿Qué sabrán?... [Seguir leyendo]
Información inútil
Este fin de semana se cumplió un mes del asesinato del ex diputado panista Hernán Belden. Su muerte se dio en medio de un desaseo informativo y una serie de indiscreciones. La privación de su libertad fue expuesta de manera irresponsable, y de inmediato se usó como bandera política. Incluso, durante aquellos duelos de declaraciones, pudo ser además factor determinante para la negociación de posiciones en el Congreso, que por entonces estaba estancada.
Al mes de la tragedia, la familia del político celebró una misa en su memoria. Una reunión que no fue muy socorrida por la clase política. Por fortuna, porque no queremos ni imaginar la cantidad de declaraciones desafortunadas que se hubieran desatado. Sobre todo después del escándalo político que se generó tras el crimen.
Por otro lado, coincidiendo con estas fechas, la Procuraduría de Justicia del Estado dio algunos avances sobre cómo se dieron los hechos. Se precisaron algunos datos acerca de dónde fue secuestrado y la ruta que siguió junto con sus plagiarios y asesinos.
En realidad esta información no nos sirve para nada. Hacer públicos los detalles de la investigación, por más discretos que sean, no soluciona el caso. Para los ciudadanos, y para la propia clase política tan amante de armar polémicas, el que haya sido secuestrado en un lugar o en otro, no esclarece el caso.
Dar avances, de ninguna manera significa que se resolvió el caso. Lo que los ciudadanos deben saber, en todo caso, es que se solucionó el caso. Eso significaría que se detuvo a los autores del ilícito y se les puso a disposición de la Justicia.
Por desgracia, en este y otros casos, siempre estaremos en una situación contradictoria. Cuando las autoridades no dan información sobre un caso, normalmente se entiende que es por el famoso “sigilo” que debe guardarse. Pero no estamos en una situación normal. Siempre podremos creer que no se habla del caso porque no se está trabajando en él. Más aún cuando se involucra la clase política, que siempre se rige por otros criterios, por encima de los demás.
Aunque se trate de un crimen, los parámetros de información son diferentes. La exposición de datos, siempre tendrá al final un sesgo político, y siempre serán utilizados como armas políticas.
Que bien que la Procuraduría intente demostrar que está trabajando en el caso, y que por lo menos ya saben cómo sucedieron los hechos. Pero insistimos: a la sociedad no le sirve de nada conocer los avances, porque estamos acostumbrados a “avanzar” como los caballos de molienda, dando vueltas alrededor del mismo punto, y no jamás llegar a alguna parte.
