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El túnel y unos campesinos
Por: Obed Campos
Este fin de semana me salí con la mía y me fui a tomar unas cervezas con unos amigos a un ex ejido en los límites de Nuevo León y Tamaulipas.
Más como buen amigo, que como buen periodista, no les digo donde me junté, porque no sería la primera vez que tras una visita mía les caiga la voladora en forma de uno de esos cateos ilegales que realiza Fuerza Civil en la zona rural de Nuevo León.
El caso es que se tocó (¿cómo no hacerlo?) el tema de la paz perdida en forma de esta ola de inseguridad que ya no es ola, sino tsunami.
Ingenuos, los citadinos y muchos periodistas, nos imaginamos a veces que fuera de Monterrey, “todo es Cuahutitlán”, como en la visión oficial de las cosas.
En cuanto llegamos al asunto ese del supuesto túnel que dicen que se estaba construyendo en el penal del Topo Chico, por segunda ocasión, uno de mis amigos me retó: “Escarba un pozo, no del tamaño del túnel, nada más de un metro de hondo, para que veas la cantidad de tierra que sacas”.
Y es cierto. Nada más en las películas y en series de televisión, como aquella inolvidable de Los Héroes de Hogan se puede construir un túnel y tirar la tierra poco a poquito en saquitos de arena…
“Serían camiones y camiones de tierra los que se sacarían de un túnel de esas dimensiones” dice mi amigo, que no es ingeniero, pero es campesino y sabe del tema. Esto aparte de que ahora salen con que los reos que se iban a fugar usaron hasta herramienta hidráulica…
Y nadie se estaba dando cuenta ni del escombro ni del ruido.
Pero lo principal: ¿A dónde dicen que iba a salir el famoso túnel, si todos los alrededores del Penal están tapizados de concreto, cemento y asfalto entre casas y comercios?
