Las últimas boqueadas
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Políticos y comadreos
Mauricio Fernández sigue sorprendiendo a todos con sus declaraciones. Ahora resulta que dice que en la Procuraduría de Justicia de Nuevo León son unos “hocicones”. Con su tan singular manera de expresarse, el alcalde de San Pedro se queja así porque se filtró el llamado a comparecer sobre el asesinato de Hernán Belden. Dice Mauricio, y tal vez tenga razón, que ni el Gobernador ni el Procurador tenían derecho a difundir su comparecencia, por ser parte de una investigación. Eso sí, se quita la culpa de su indiscreción, diciendo que al anunciar el secuestro de Belden, lo hizo para apoyar a su rescate. Añade que él asume la responsabilidad de sus palabras.
La buena fe de Mauricio es muy cuestionable, tanto como la difusión de su comparecencia y la de otros prominentes panistas. Es cuestionable porque todos sabemos que el proceso de un secuestro en vías de hechos, es un asunto muy delicado. Dar detalles del caso es arriesgar al secuestrado, a los posibles negociadores, y hasta a la familia de la víctima. Aunque un secuestrador sea muy frío, en tanto conserve a su víctima está bajo una enorme tensión. El más mínimo detalle puede detonar la violencia.
Hay que recordar, que en tanto no se encontraba el cadáver del ex diputado, todo hacía suponer que estaba secuestrado. Hasta entonces, todo debió manejarse con extremo cuidado, y aquí sí, con el mayor sigilo.
Lo peor del caso es que el alcalde de San Pedro fue bastante irracional a exponer así al ex diputado. Presumió una información que debió primero hacer llegar con toda discreción a las autoridades. Y aún así, las propias autoridades no hubieran podido intervenir, precisamente por seguridad del ex diputado y su familia.
La queja de Fernández está fuera de lugar. Él mismo se expuso como posible testigo de un hecho delictivo. Si en su momento no lo requirieron en la Procuraduría, fue porque oficialmente no podían intervenir en lo que suponían era un secuestro. Una vez conocido el crimen, por oficio se debe investigar, y por supuesto debían llamar al alcalde para que informara, ahora sí oficialmente, los detalles.
