lunes, junio 2, 2025
32 C
Monterrey

Dime con quién andas, y…

Adueñarse de nuestra historia puede ser difícil, pero no
tanto como pasar nuestra vida huyendo de ella
Brené Brown

Tal vez muchos no lo recuerden, pero al llegar la adolescencia –junto con las espinillas y las hormonas haciendo ruidosas fiestas en nuestro cuerpo–, llega la necesidad de pertenecer.

A los doce, tomamos iniciativas para encontrar lo que nos gusta y nos define. Entendemos de tribus, y emprendemos la búsqueda de la nuestra; probamos esta moda de última y escuchamos al amigo que lee a ese escritor del siglo XIX, hasta lograr una versión madura de nosotros mismos que nos convence, y es entonces que estamos listos para ingresar con paso decidido al resto de nuestras vidas.

Te invito a recordar, lector, qué instituciones, celebridades, música, maestros, amigos, libros, actividades y circunstancias te transformaron en aquellos años. ¿Qué se quedó en el camino, qué te da energía y felicidad aún el día de hoy?

Mi experiencia adolescente me dio inapreciables lecciones, pero también mis buenos sustos. Todavía entretejo algunos “¿y si…?” que me habrían llevado por muy otros derroteros.

Por falta de supervisión adulta, escasez de estímulos positivos –porque no podemos resolverlo todo con base en castigos y advertencias– o simple socarronería, a veces toca aprender las cosas por las malas, y lo que comienza como una vida prometedora termina perdiéndose en la nada.

Probablemente, lector, tengas tus propios “hubiera” dirigidos a tus adultos, en donde les reclamarías supervisión, guía, disciplina en el ayer para haber hecho más con tus oportunidades.

Por ejemplo, son incontables los casos de abandono escolar que terminan con un reclamo a los padres: “me hubieras castigado más duro”,  “me hubieras obligado”, generalmente pasado el punto de no retorno.

¿Cómo se están transformando tus hijos, tus sobrinos, los jóvenes que pasan junto a ti? ¿Qué dejas en su camino para ser descubierto? ¿Eres mentor, ángel, o simple espectador?

Donde hay voluntad, hay manera. El joven, para querer pertenecer, necesitará primero saber que tiene opciones. Metas artísticas, científicas, académicas, profesionales: si sabe a dónde quiere llegar, sabrá dirigir sus pasos.

El adolescente, de una forma u otra, va a encontrar dónde forjar su crisálida. Y es mejor saber que elige transformarse en ambientes positivos y que lo lleven a sacar voluntariamente lo mejor de sí, que hacerlo con los maleantes del barrio, con el grupo subversivo de las redes sociales, o con quien que ha esperado pacientemente este momento para corromperlo.

[email protected]

Hot this week

La Reforma al Poder judicial, va

El artífice de la Reforma del Poder judicial, Andrés...

Elección no democrática

La elección del uno de junio es ejemplo de...

Fugitivo, dudas y enigmas

Cd. Victoria, Tam.- Sobre los cuerpos calcinados en Reynosa, la...

Réquiem para una nación

Poco hay que agregar y mucho hay que sentir...

No hubo sorpresa alguna

Comienzo a escribir estas líneas cuando ya ha comenzado...

Topics

La Reforma al Poder judicial, va

El artífice de la Reforma del Poder judicial, Andrés...

Elección no democrática

La elección del uno de junio es ejemplo de...

Fugitivo, dudas y enigmas

Cd. Victoria, Tam.- Sobre los cuerpos calcinados en Reynosa, la...

Réquiem para una nación

Poco hay que agregar y mucho hay que sentir...

No hubo sorpresa alguna

Comienzo a escribir estas líneas cuando ya ha comenzado...

ÍTACA Y LAS ELECCIONES

No hace mucho que me di tiempo y paciencia...

En dos estados doble elección hizo la diferencia

Se llegó el día de la jornada electoral ,...
spot_img

Related Articles