Cd. Victoria, Tam.- Como muchas naciones sudamericanas, Perú tuvo un siglo 20 tormentoso, entre intentos fallidos de democracia, golpes de Estado, juntas militares y, de nueva cuenta, presidencias civiles muy endebles.
La regularidad electoral, con alternancia incluida, empezó hasta 1980, bajo el gobierno conservador de BELAÚNDE TERRY. Después seguirían el populista ALAN GARCÍA y el neoliberal ALBERTO FUJIMORI.
Pero la inestabilidad no terminó. En los 25 años del siglo 21 llevan 11 presidentes que, en promedio, han durado dos años y medio. Solo que ahora, el enemigo no son los militares sino el Congreso.
Un poder legislativo unicameral (una sola asamblea) formado por 130 representantes votados para periodos de cinco años y con capacidad de reelección inmediata que les posibilita quedarse en la curul hasta una década.
El resultado es un dominio desmesurado sobre los otros poderes y ello se manifiesta de manera aplastante en su relación con el Ejecutivo. Esa notable facilidad para deponer presidentes, juzgarlos y encarcelarlos.
En el último cuarto de siglo, siete exmandatarios han tenido problemas con la justicia, por acusaciones de corrupción y abuso de poder. Entre ellos, ALÁN GARCÍA, quien se suicidó en 2019 cuando la policía llegó a su casa para ejecutar una orden de aprehensión. Y también ALBERTO FUJIMORI, preso durante16 años, indultado en 2023 por motivos de salud y fallecido en 2024.
Entre los vivos, dos ya fueron condenados, ALEJANDRO TOLEDO y OLLANTA HUMALA. Pero hay otros tres sujetos a juicio, PEDRO CASTILLO TERRONES y MARTÍN VIZCARRA en prisión preventiva, mientras PEDRO PABLO KUCZYNSKI se encuentra en arresto domiciliario.
INTOLERANCIA VECINAL
El puño duro del congreso peruano también se ha dejado sentir más allá de sus fronteras. Entre los ejemplos recientes, el mexicano LÓPEZ OBRADOR, el colombiano GUSTAVO PETRO y el boliviano EVO MORALES han sido declarados personas “non gratas” por el pleno legislativo. Todos en 2023.
¿La causa?… AMLO condenó el proceso cameral que depuso al presidente CASTILLO TERRONES en 2022, cuando fue instalada en dicho cargo la entonces vicepresidenta DINA ERCILIA BOLUARTE.
En el caso de PETRO, por calificar de “masacre” la represión policial del nuevo gobierno a las protestas callejeras en favor de CASTILLO. También dejó de ser grato el entonces embajador de México en Lima, PABLO MONROY.
Por ello no debe extrañar que el pasado lunes 8 de septiembre, la misma asamblea peruana haya declarado “non grata” a la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM, tras externar opiniones en defensa de CASTILLO.
Personaje, este último, a quien el lector quizás recuerde por su llamativo sombrero de copa alta, con un ala muy ancha. El cual utilizaba de manera permanente, a cualquier hora, en eventos y ceremonias de todo tipo, aún bajo techo.
El argumento empleado contra la doctora SHEINBAUM fue su presunta “injerencia en asuntos internos” y “una ofensa al sistema democrático nacional”. Y todo por una simple opinión.
DESENCUENTROS
En años previos se habían suscitado algunos roces entre los gobiernos de México y Perú, donde sigue al mando la abogada BOLUARTE, desde la caída de PEDRO CASTILLO.
En 2023, LÓPEZ OBRADOR se negó a entregar a dicha mandataria la presidencia temporal (pro tempore) del foro internacional Alianza del Pacífico. ¿La razón?, no la reconocía como presidenta legítima.
AMLO se refería a PEDRO como un “presidente ilegalmente destituido”, dejando entrever que BOLUARTE usurpó el cargo. El atorón se resolvió entregando la responsabilidad al gobierno de Chile, el cual fungiría como intermediario (“puente diplomático”) para traspasarlo luego a su similar peruano.
El distanciamiento se ratificó con CLAUDIA en noviembre pasado, cuando esta declinó asistir al Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) efectuado en Lima, enviando como representante al titular de Economía MARCELO EBRARD.
Importa decir que la declaración del congreso inca contra CLAUDIA es de un valor meramente simbólico, pues ni interrumpe las relaciones diplomáticas, ni afecta el intercambio comercial.
RUMBO A LAS URNAS
Al gobierno de BOLUARTE le quedan escasos 10 meses de vida. Entregará el poder a quien gane la elección presidencial el próximo 12 de abril de 2026. Se renueva además el Congreso, con la novedad de que será restituida la Cámara de Senadores, eliminada por FUJIMORI en los años 90. El legislativo será de nuevo bicameral.
Las malas maneras de doña DINA han propiciado un quiebre en la coexistencia con el vecindario latinoamericano. Hacia el interior, ese país sufre una crisis de inseguridad sin precedentes. La impopularidad del gobierno actual supera todos los registros históricos.
Lo curioso es que el repudio a la presidenta peruana no solo viene de errores propios. También de la mala imagen que dejó su antecesor. Ambos procedían del mismo partido “Perú Libre”, de centro izquierda, el cuál podría naufragar en las votaciones venideras, por el fracaso conjunto de DINA y PEDRO.
Escrito está que el depuesto y hoy preso CASTILLO TERRONES había intentado disolver el Congreso mediante un anuncio televisado. Su fracaso fue total; en el mismo rato, los diputados (incluyendo los de su partido) lo destituyeron y ordenaron su arresto.
Ante lo cual intentó refugiarse en la embajada mexicana, pero en una calle cercana lo estaba esperando la Policía Nacional que lo interceptó y trasladó a la prisión donde hoy duerme en espera de sentencia. Puro realismo mágico.
BUZÓN: [email protected]