Una de mis hermanas que quiero mucho y admiro me dijo un día: las personas no te engañan, el que te engañas eres tú. Cuánta razón tenías carnala. La activista Liliana Flores Benavides publicó hace unos días que el fiscal general de justicia del estado de nuevo león -todo con minúsculas- Javier Flores Saldívar por el que tenía respeto y pueque hasta admiración cuando le conocí hace dos décadas y quizá el prietito en el arroz fue cuando lo contrataron para que defendiera el pillo Xavier Doria que a todas luces era un sinvergüenza sin remedio, pero entendido fue en su momento, que como profesional en la abogacía, habría que tomar los de chile, de dulce y de guayaba.
A la renuncia de Adrián para ser alcalde, Flores escaló a la oficina soñada.
Decía, el fiscal constató que las carpetas de investigación contra Samuelito el mentiroso, quedaban desechadas y que a partir de ya, el administrador del Estado queda libre de cualquier sospecha, ergo, inocente de todo o que se le imputa y no se verá manchada su hoja curricular después que urbi et orbi dieran cuenta de la riqueza no inexplicable, porqué sí existen muchas explicaciones y pruebas, pero para el señor fiscal, no.
Siempre había tenido la idea de la honestidad y probidad de Javier cuando trabajó para Adrián de la Garza como sub procurador y ambos para Rodrigo Medina que había heredado el mallete de mando de Natividad González Parás, pero el triste desenlace y a lo mejor es que este reportero es más de bondad que piensa contrario a lo que el bufón de palacio nacional gritaba, no me salgan con que la ley, es la ley, máxime viniendo de las caballerizas de Adrián que no puede ver ni en pintura a Samuel, no entiendo lo del “carpetazo” y aquí, no hay nada que investigar.
El argumento de que en las próximas elecciones harán pagar su culpa a los traidores, es romanticismo puro, muchos incluido yo, quisiéramos que llamen a cuentas por las residencias que compró Samuel sin dejar al margen el terreno del cerro de la corona y el rancho en Burgos Tamaulipas cerquita de Linares, porque es imperdonable decir que no hay nada que aclarar.
Lo triste es que el fiscal ni siquiera hizo la faramalla infame acostumbrada por la inquilina de palacio nacional: estamos investigando y si existen pruebas y contundencia la justicia procederá, porque no vamos a linchar a un inocente. No, Javier cortó atajo y con más pena que gloria y de un golpe mortal de su cimitarra convenenciera desdibujó la certeza de las acusaciones de ver la riqueza mediata e insultante cuando era un ciudadano medio pelo que residía del Paseo Residencial en el sur de la ciudad a la compra de varias residencias millonarias con tres autos valuados en ocho millones incluyendo el Tesla ridículamente pintado de anaranjado, haciendo proselitismo vulgar por el partido MC cuando todo mundo sabe que es ilegal
¿Porqué Javier te atreviste a tanto? ¡Tanto me decepcionas carajo! Los ojos de Juan ciudadano están atentos a las aberrantes compras millonarias, que muchos podrán decir: “todos lo hacen” y la respuesta es, SÍ, pero con más discreción y nada de arrogancia, que bien podríamos decir que no es mala idea que aumentaran los pecados capitales como la deshonestidad, la mamonería y lo payaso, que en verdad, de eso, Sami tiene bastante