Estamos a menos de un año de que se celebre en México,
Canadá y Estados Unidos el Mundial de Fútbol 2026 y empieza
a sentir lo que debería ser una «fiesta mundialista»; sin embargo,
parece que no necesariamente aplica para nosotros.
Recordemos que este Mundial, mismo que será la primera vez
que se jugará en tres diferentes Naciones, tendrá como sedes
a la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara.
Lo sucedido estos días pasados, está logrando que, al otro lado del «charco» los
Jerarcas del Fútbol Mundial, «levanten la ceja» en señal de preocupación
y cruce llamadas entre ellos mismos sobre lo que pasa en México.
Los directivos de todos los equipos del Fútbol Mexicano deberían
estar en alerta máxima, ya que lo sucedido el pasado fin de semana,
no es asunto menor.
Hablamos de violencia y más violencia que empieza a parecer normal,
como sucede en la Sociedad Méxicana, y empieza ahora a invadir
el Fútbol Mexicano.
Directivos y Federativos de la Federación Mexicana de Fútbol, empiezan
a recibir mensajes por diferentes vías, sobre la preocupación que se acrecenta
ante la violencia recurrente en los juegos; mismos que teóricamente deberían
ser espacios de convivencia familiar.
¡Y estos mensajes vienen directamente de Zúrich, Suiza; en donde todos
sabemos tiene sus oficinas la famosa y muchas veces cuestionada FIFA!
Y muchos nos hacemos una pregunta válida:
¿Podrá la FMF y los Gobiernos de la Ciudad de México, Jalisco y Nuevo
León, garantizar la seguridad de mil de personas que visitarán nuestro
País?
La respuesta es obvia y el sentido común es simple; sino pueden con los
de casa…
Porque ahora, la violencia no solamente se registra dentro de los Estadios
de Fútbol, como sucedió en el juego entre Tigres y América; en Monterrey,
o en Zapopan, con el Chivas, Juárez, sino que invade ya las afueras
como lo que pasó con la violenta riña entre franeleros en el juego en Puebla.
¡Dos hechos de violencia de manera simultánea en dos sedes del Mundial
de Fútbol 2026, no es cosa menor!
Es conveniente recordar otros casos trágicos, como lo que pasó hace años
cuando un juego de Santos Laguna, pasó a la historia como el primer partido
en ser suspendido al registrarse una balacera en las cercanías del Territorio
Santos Modelo; y las famosas broncas con los aficionados de Rayados, mismas
que cobraron vidas.
O la fenomenal bronca entre las porras de Querétaro y Atlas, en el Clausura
2022, cuando belicosos seudo aficionados invadieron la cancha enfrentándose
en un ambiente total, dejando varios inocentes lesionados, mientras que las famosas
«fuerzas del orden», estaban como el Chinito…
¡Nomás «milando»!
Tragedias van y tragedias vienen, pero mientras la «caja suene», muchos Directivos
del Fútbol Mexicano, seguirán con su traje de avestruz hecho a la medida.
Lo soslayaron y siguen confiando que la ola de violencia que, lamentablemente, tiene
a México asolado desde hace varios años, NUNCA invadirá el ámbito deportivo; sin
embargo, con un Mundial de Fútbol en puerta, las condiciones son altamente vulnerables.
Las porras, tuvieron un » lavado de cara», al ser rebautizadas de
manera pomposa «Grupos de Animación», y supuestamente serían suspendidas, debido a la
violencia que está demostrado genera en ocasiones;.
Pero al ser malo para el negocio, como sucede con la venta de bebidas embriagantes, los
Directivos, como muchos Políticos…
¡Le apuestan al olvido!
¿México se olvidará del Mundial?