La sucesión del gobernador tiene un nuevo corredor, acaso el más avezado de todos cuantos por ahora hay en la pista. El 3 de julio, Jorge Álvarez Máynez, líder de Movimiento Ciudadano (MC), presentó como representante del partido naranja en el estado a Jaime Martínez Veloz, exmilitante del PRI, PRD y Morena. La mayor parte de su carrera la desarrolló en Baja California, donde fue diputado, candidato a gobernador y aspirante a la alcaldía de Tijuana. Martínez era delegado de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) cuando el candidato del PRI a la presidencia, Luis Donaldo Colosio, recibió un tiro en la cabeza después de un mítin en Tijuana. También formó parte de la Comisión de Concordia y Pacificación en Chiapas junto con Javier Guerrero, actual director de Evaluación y Operación del IMSS.
Martínez participó en el último movimiento democratizador de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), en 1984, cuando compitió por la rectoría. Los universitarios forzaron la renuncia del rector elegido, Valeriano Valdés, con marchas, plantones y toma de edificios. Años más tarde, el gobernador Eliseo Mendoza lo nombró director del Programa Trabajemos juntos, ad hoc a su vocación de servicio y conciencia de clase. La designación enfadó a los poderes fácticos e incomodó al ala conservadora de la administración. Mendoza no cedió a las presiones y lo sostuvo en el cargo.
La votación de MC en las últimas elecciones presidenciales en el estado fue marginal: 83 mil 499, mayor a la del PT (76,845) y Verde (76,370), aliados de Morena. El PAN lo adelantó por 15 mil papeletas. En los comicios municipales, la distancia entre los azules y los naranja se acortó a tres décimas. MC ganó Hidalgo, donde la oposición ha librado luchas épicas que pusieron en jaque al Gobierno. MV no tiene representación en el Congreso local. Morena ocupa cinco escaños (20% del total), pero aún así no pinta.
El desarraigo de Martínez es un hándicap, pero la falta de una oposición real le permitirá ganar terreno y desplegar sus capacidades de activista. Regresa a Coahuila con más edad (71) y sin la energía de cuando emigró, pero con mayor experiencia. MC se asume como «la única alternativa viable para enfrentar a Morena» y como la fuerza con más crecimiento en el país: 513% entre 2018, cuando, junto con el PAN y el PRD, postuló a Ricardo Anaya, y el año pasado; fue el único que no hizo alianza. En ese lapso, la votación de MC pasó de 1 a 6.2 millones, 1.2 millones superior a la del PRI.
En las elecciones para gobernador de 2023 en Coahuila y Estado de México, MC no presentó candidato. Se abstuvo, no porque existiera un pacto entre el PRI y Morena para dividirse las gubernaturas, como adujo, sino porque las tendencias le eran adversas y no tenía un candidato competitivo. Nombrar ciudadanos sin experiencia ni trayectoria política, no le ha dado resultado. Tampoco sus siglas son todavía suficientemente fuertes como para ganar elecciones por sí solas. En 2024 creció a costa del PAN y del PRI, no de Morena, cuya votación aumentó cinco millones con respecto a 2018.
Martínez Veloz regresa a Coahuila como delegado de MC, pero podría ser su carta para la sucesión de 2029. Su candidatura podría concitar el voto de una parte de los abstencionistas y restarle votos al PRI y PAN, pero también a Morena. Jurídicamente, nada lo impide. Sus derechos políticos están a salvo por su origen coahuilense. Tiene tres años y dos elecciones por delante (de diputados y alcaldes) para promoverse, aumentar la base electoral del partido naranja y medir sus alcances.