¿Para qué sirvió?
No sería la primera vez, seguramente tampoco la última, que hago una mención poco agraciada de algunos jóvenes que, en muchas ocasiones,... [Seguir leyendo]
Todo a medias
Existe en el lenguaje ordinario una frase que denuncia: “las medias, ni en las mujeres son buenas” haciendo alusión que hay que quitarlas para lo que se pueda ofrecer. Las medias verdades siempre dejarán insatisfacciones y la proclama que hubiera sido mejor entregar las cosas terminadas.
Los nuevos gobiernos nos han enseñado que tiempos pasados fueron mejores, porque con todos los vicios, trapacerías y deshonestidades las administraciones tricolores y celestes de antaño, dejaban una estela de incomodidades y sospechas, pero progreso que mantiene a este país más potable y beneficiados que lo que dejará la herencia maldita tabasqueña y más, si se logra consumar el mal augurio de que continúe la 4ª. deformación en manos de la judía, copia al carbón del “Cocodrilo” que en mala hora llegó a la presidencia.
Los nuevos gobiernos de Morena y Movimiento Ciudadano se han caracterizado por la falsedad, el abuso, la promesa incumplida y el autoritarismo.
Las obras insignia faraónicas de López que se han referido hasta el cansancio como el trenecito “Faya”, la refinería “Dos Bocas” que no refina un dedal de gasolina pero nos sigue costando un Potosí, el “Aeromuerto” Felipe Ángeles que en un año ha transportado la tercera parte de lo que mueve un puerto aéreo medio pelo como el de Morelia o Aguascalientes pero nos cuesta nueve veces más, la cacaraqueada Mega Farmacia que se resume a una bodega enorme atiborrada de anaqueles, escritorios y enseres de almacén pero que el inventario en medicinas es más escuálido y fallido que un centro de distribución en Monclova, Coahuila, son muestra inequívoca del gran fracaso de las “mitades” de lo prometido.
El gobierno naranja de Samuel mentiroso-mentiroso es un símil del proyecto de un reloj sin manecillas como el del presidente López. Para toda obra imaginada y prometida, antes de hacer el proyecto ejecutivo, maqueta, dibujos y estudios, manda fabricar una placa alusiva y dan el banderazo de la obra publicada. Se corre la cortina, se pronuncia un discurso y promueven el aplauso sin saber siquiera si podrá ser factible, como la planta armadora de TESLA que con pena y dolor ayer compartíamos la mala nueva, que, por lo pronto, hablamos de ocho a diez años, NO iniciará la construcción. El recorte monumental a la nómina del corporativo de las empresas del millonario Elon Musk y el boletín oficial interno de cancelar la fabricación de los autos como el que se iba a fabricar en Santa Catarina ha dejado a muchos sin aliento. A ver con que balandronada sale Sami, seguro, “tendrá otros datos”.
Dejar al margen la obra gigantesca de TESLA viene a sumarse a los proyectos que siempre fueron una fantasía en la cabeza de mentiroso, como su sueño guajiro de ser presidente del país, como sus tres doctorados, sus tres libros escritos con un cuarto en “prensas” que saldrá a la circulación en breve causando la envidia al propio Gabriel García Márquez.
Samuel y López presidente son un par de infames fanfarrones, mentirosos, arrogantes, presumidos y autoritarios que piensan que ostentan un poder omnímodo todo poderoso, y que su pensamiento es palabra de Dios. “Que así se escriba… que así se cumpla”… de los “once mandamientos” de la ley divina.