Lo sucedido en Veracruz dio vuelta al mundo por lo grave de lo que vimos y por lo grotesco de las declaraciones de una señora gobernadora que no sorprende, porque es la nueva forma de pensar y hacer política de gente que adolece de toda esencia humana poniendo en práctica el “voy derecho y no me quito” y además lo presumo porque me hace diferente
De ejemplos tenemos un mundo que rompen con el cartabón de siempre que era la de portarse mal y hacer riqueza pero sin cambiar su estilo viviendo en la misma casa, un auto similar al que manejaban antes de la opulencia. Los hijos de López Obrador y Samuelito son cartas de presentación, negocios millonarios, en caso del gobernador de Nuevo León autos que solamente los millonarios o narcos son proclives a poseer teniendo el atrevimiento de manejarlos mostrándolos inmisericordes
Hace unos días, en otro ejemplo de burdos personajes en entrevista a Nicolás Maduro, el entrevistador dio cuenta que el mandatario venezolano portaba un fino reloj de setenta mil dólares que intentó ocultar bajo la manga de su camisa durante la plática, haciéndonos recordar a Ídi Amín Dada aquel seductor y excéntrico dictador ugandés que jamás tuvo medida ni frontera en su salvaje personalidad
Nos quedamos con la costumbre que muchos políticos mexicanos tenían proclividad y costumbre de vivir en los excesos, pero al menos como los animales, ocultaban sus heces por vergüenza. Cierto día coincidí en el aeropuerto de Monterrey con un amigo que tuvo la fortuna de ser gobernador y después de platicar unos minutos se retiró a formarse en la fila de los taxis amarillos para comprar un boleto. Mi esposa que me acompañaba me preguntó curiosa si el ex gobernador viajaba en vehículo de alquiler y mi respuesta fue NO, pero para la gente que observaba dieron cuenta que así era.
Cuadras después vimos un par de suburbans con choferes y guaruras esperándolo para cambiar de vehículo. Esa es la manera tradicional de manejarse con discreción, hipocresía al fin, pero con disimulo
Hoy ingratos personajes como Mario Delgado, Félix Salgado, Carroña, Monreal, Haces, los hijos de López presidente, Adán Augusto y una lista interminable de políticos que con su dinero -¿?- tiran a la basura el consejo bíblico de vivir en la justa medianía que dicta desde la mañanera colita de caballo, que se desvive por enseñar el pecho en defensa de lo indefendible cuando sentencia que Rocío Nahle tiene razón al justificar la frase draconiana de que “les guste o no, la profesora se murió de un infarto” háganle como quiera aunque venga el escándalo. Después de mi, el diluvio
En medio del torbellino de pasiones y agruras provocadas por tanta sandez de los políticos de la nueva ola que además de enseñar la carencia de oficio y capacidad, enseñan la insensibilidad y el estilo de los ricos nuevos o como los “pasaporteados” que llegan al pueblo natal en vacaciones navideñas con la troca más lujosa y que más ruido hace, las botas exóticas, el Rolex de oro y obvio, una colt .45 tirando bala en la plaza de armas, para que los amigos se den cuenta que ya no son los pobrecitos que conocían, ahora son los nuevos ricos, que llegan causando miedo y se regresan dando…lástima
Pobre de Rocío Nahle, que esperemos pronto acabe su sexenio.