Rayados anunció a Santiago Mele como refuerzo. A días de debutar en el Mundial de Clubes contra el Inter de Milán, ya hay nuevo portero… pero aún no hay certeza. Porque sí, Mele llegó, pero nadie sabe si ataja el martes. Y mientras tanto, Esteban Andrada sigue en el club… al menos hasta que la eliminación se encargue de despedirlo.
¿Qué tan lógico es esto?
Rayados está a punto de enfrentar al subcampeón de Europa, y lo hace sin claridad en la posición más crítica del campo. ¿Jugará un arquero que viene de errores constantes y que ya tiene maletas listas? ¿O lo hará un recién llegado que ni siquiera ha entrenado con la defensa?
Esto no es una preparación seria. Esto es una improvisación con uniforme de gala.
¿Quién es Mele? ¿Y a qué viene?
Uruguayo, 26 años, buena lectura de juego, reflejos, personalidad. Con paso firme por Junior, Unión de Santa Fe y la selección uruguaya. No es un nombre rimbombante, pero sí parece más confiable que el Andrada de los últimos torneos.
El arco no puede seguir siendo un favor de despedida.
Andrada debió salir hace tiempo. Pero si va a quedarse para jugar contra Lautaro Martínez y compañía, el mensaje es claro: Rayados prioriza las despedidas sobre la competitividad.
Y si Mele vino solo para “adaptarse”, ¿entonces por qué se anuncia justo antes del torneo?
Conclusión:
Rayados juega el martes contra un gigante de Europa, y llega con la portería entre algodones y decisiones tibias.
Mele representa el futuro, pero si no hay decisión firme, el presente se le va a escapar entre las manos.
Una vez más, el problema no es el jugador. Es la dirigencia.