Plutarco Elías Calles, personaje controversial, anticlerical, con un carácter duro e implacable, de determinaciones firmes y con claroscuros marcados, ha sido seleccionado para cerrar el ciclo de Historia a debate: ¿Villanas y Villanos en la Historia?, el miércoles 28 de mayo a las 19:00 horas en el Museo de Historia Mexicana.
En la sesión se analizarán tres momentos clave que definen la figura de Elías Calles: la guerra cristera, el Maximato –donde impuso y manipuló a tres presidentes– y su expulsión del país por Lázaro Cárdenas.
Óscar Tamez, del Centro de Estudios Políticos y de Historia Presente Estadística, A.C., coordinador del ciclo y moderador de esta sesión, señala que en esta ocasión participan las historiadoras Susana Acosta Badillo y Claudia R. Domínguez, quienes analizarán críticamente al personaje, presentarán sus puntos de vista académicos y dialogarán con el público.
Considerado el brazo rudo detrás de Obregón, el sonorense Plutarco Elías Calles Campuzano quedó en orfandad materna a temprana edad, siendo adoptado por su tía Josefa Campuzano. Es por ello que sus apellidos son Elías, por su padre; Calles, por su padre adoptivo, don Juan Bautista Calles; y Campuzano, por su madre. Su historia infantil forjaría su firme, por momentos implacable, carácter.
Elías-Calles fue un hombre forjado en la Revolución. Se unió al movimiento maderista en 1911 y, tras el asesinato de Madero, participó junto a Adolfo de la Huerta en el derrocamiento de Victoriano Huerta.
Durante la Revolución se alineó con Álvaro Obregón, líder del grupo Sonora, a quien sucedió en la presidencia en 1924, y cuyo asesinato en 1928 lo ligó, directa o indirectamente, a uno de los episodios más oscuros de la historia posrevolucionaria. Fue mencionado en varias traiciones políticas: la emboscada a Pancho Villa, su papel en el golpe contra Venustiano Carranza y la ruptura con Adolfo de la Huerta.
Hombre de pensamiento secular, agnóstico y masón, mostró un firme rechazo a toda forma de religión organizada. Su inclinación por un Estado fuerte y de corte comunista provocó el rechazo de Villa a su candidatura presidencial. Su visión anticlerical y su afán de acabar con el caudillismo lo llevaron a proponer, en 1928, la creación de un sistema político basado en partidos, señala Óscar Tamez.
Aunque se le atribuye el origen del Partido Nacional Revolucionario, su propuesta iba más allá: dividir el poder político entre quienes apoyaban el régimen surgido de la Revolución y quienes se le oponían. Esta postura marcó un antes y un después en la vida política del país.
Historia a debate: ¿Villanas y Villanos en la Historia? Plutarco Elías Calles se llevará a cabo el miércoles 28 de mayo a las 19:00 horas en el Museo de Historia Mexicana. Llegue con tiempo. Para más información, consulte la página www.3museos.com