El diferendo entre los líderes de los diputados y los senadores de MORENA, Ricardo Monreal y Adán Augusto López, que la presidenta Claudia Sheinbaum, minimizó a una pugna por los pesos y centavos –es decir: la vulgaridad más rampante– está acabando por hundir al tabasqueño en su carrera política.
Se mueve como en el viejo sistema político: filtrando a la prensa una campaña negra contra su adversario, lleva los pleitos en público y mostrando una impericia de cómo manejarse en situaciones críticas.
Sheinbaum nomás observando.
Adán rompiéndose las medias.
Llevando un asunto menor, a niveles de crisis nacional.
Son muchos los errores del tabasqueño. En la campaña interna, los obuses que le dirigió a Claudia rompieron con la armonía institucional que debió normar la contienda; sobre todo la que debe haber entre compañeros.
Tensó mucho el mecate.
Sentía que la amistad con AMLO era suficiente para ser el sucesor.
Ya vimos el final.
Augusto tras la derrota, tuvo que irse de vacaciones.
Se fue lejos de la candidata; distante de la política y de la campaña presidencial.
Para acabarla de amolar, se filtró un video en un avión de las fuerzas armadas, donde el secretario de gobernación, haciéndose acompañar de una jovencita en plan comprometedor disfrutaban un hermoso viaje. Gozaba de la dulce vida; pero no con su dinero sino con los recursos públicos.
Superficialmente fantoche.
Muy distante de lo que lo que recomienda la IV T.
Eligió un duro adversario: el diputado Monreal.
El abismal la diferencia de peso de ambos.
En tanto Adán es un político estelar de provincia; Monreal trascendió, de lo local a lo nacional con las mejores prendas. Héroe de mil batallas, el zacatecana hizo ver como niño de pecho al tabasqueño en el conato de debate.
Augusto quedó muy mal.
Pero más mal, quedaron sus aliados.
En Tamaulipas, descobija a José Ramón Gómez Leal quien se ha decantado muy temprano por el de Tabasco como precandidato a suceder a Sheinbaum.
Es un pequeño tropiezo para Adán; pero para JR, significa una grande diminución en sus anhelos de convertirse en gobernador del estado.
En la CDEM, en agua no llegará al río.
Ya habló la presidenta.
Se arreglan, o se arreglan.
La paz retornará al Congreso y al Senado.
Donde las descomposturas, serán de largo aliento por sus consecuencias, es en Tamaulipas.