La mafia de las medicinas llegó, y quiere quedarse, en la Secretaría de Salud de Tamaulipas. Es un grupo de sujetos encabezados por el doctor, Rembrandt Reyes; otra parte del engranaje de este mecanismo de manipulación y ventas en el Sector Salud es un sujeto de nombre N. Castañón.
Tienen el control del padrón de proveedores; hacen licitaciones amañadas; crean obstáculos y todo tipo de argucias, con el fin de poseer el control de todas las adquisiciones de la dependencia.
Innumerables denuncias existen de parte de los múltiples prestadores de servicios del Sector Salud que son sacados de los concursos al menor motivo, para que ganen las licitaciones sus favoritos.
Se creen tan listos los individuos, que al parecer hacen sus movimientos, al margen del secretario.
Tanto daño le hace al sector que debido a sus trucos en el sistema de acopio de medicinas de la estructura de salud del estado, se presenta desabasto en algunos hospitales.
Rembrandt y Castañón no es la primera vez que se encuentran en situación similar. Ya en otras ocasiones se han visto involucrados en situaciones de esta naturaleza.
Cientos de millones de pesos son los que están en juego.
Se les considera panistas.
Porque han beneficiado a varios proveedores cercanos a los Cabeza de Vaca. Lo que es medianamente cierto. Lo que les interesa a estos dos sujetos, son los beneficios en especie que reciben de sus socios.
Ya al principio de la administración dieron visos de sus capacidades: dejaron sin ejercer mil 200 millones de pesos del gobierno federal. Eso puso en predicamento a la administración estatal quien por esa circunstancia limitaron la colaboración de la Federación.
Ya existen denuncias en contra de estas actividades en la Secretaría de la Contraloría, que encabeza Norma Angelica Pedraza. No se extrañe que en breve lleguen al escritorio del gobernador. Aunque en estos casos de tanta gravedad no trascienden, se espera que pronto haya respuestas.
Bajo el esquema laboral de Rembrandt y de Castañón se han especulado otras irregularidades; el desabasto de medicamentos en algunos nosocomios, se sospecha que fueran responsables de cierta manera.
Esto por que evitan adquirir material médico por tiempo indefinido para dar tiempo a sus proveedores predilectos de participar en las licitaciones.
Las consecuencias de la maniobra: el retraso en la compra de vital producto.
Ante tanto estropicio en la subsecretaría, se esperan cambios que lleven a mejoras en la atención y servicio médicos que se ofrecen a los derechohabientes.
¿Cuándo vendrán?
¿Quiénes se irán?
¿Habrá algún indiciado?
Quien sabe.
La certeza que hay es que urgen cambios en el Sector Salud.