“Es una cosa bastante repugnante el éxito.
Su falsa semejanza con el mérito engaña a los hombres”
Victor Hugo
Puedo tener admiración por la voz y sobre todo por el cuerpo de Susana Zabaleta, que a sus casi 60 años sigue estando buenérrima, pero sus poses de falsa diva y sus actitudes me desencantan cada vez más.
Famosa por pendenciera, respondona y picha-buches, la hija pródiga de “Monclovita la Bella” (vaya despropósito de apodo de ciudad), el pasado 15 de septiembre fue contratada por el DIF de Tamaulipas para presentarse en la noche del Grito de Independencia en Ciudad Victoria y ahí, encabronada porque tardaban en conectarle el sonido para su show después de la ceremonia oficial, arremetió contra todo y contra todos.
Nomás de sus calzones le tupió al alcalde reelecto y lo criticó por los baches (¿qué tenían qué ver con la falla logística del evento?) y no conforme con ello le atizó al Gobernador, esto es, al marido de la señora que la contrató y le pagó para ir a cantar.
¡Que lindos ovarios!
De pasada y como no queriendo la cosa, la señora dijo que Monterrey era la ciudad más fea de Estados Unidos.
Cuando vinieron los reclamos la mujer se quiso escudar en que así es ella, que “dice lo que piensa” y sobre nuestra ciudad expresó que lo que comentó es un chiste viejo, “Monterrey tiene un lado y tiene otro, los que viven de un lado del río son los privilegiados, los que viven del otro son los jodidos”.
Podrá cantar como los ángeles y estar más buena que el pan, pero eso no le da el derecho de ser malagradecida con quien le da de comer, primero, con quien la invitó a su casa, segundo y con el público que no fue a escuchar sus posturas políticas convenencieras o de escándalo para ganar rating.
Es una pena que una carrera como cantante y actriz tan trascendente, se pierda por unas presuntas posturas que en realidad terminan siendo falsas actitudes de diva de papel.