Nadie niega que el Poder Judicial requiere reformarse, aunque sabrá Dios si las reformas que recién se aprobaron sean la solución para tanto mal. O como dicen, “no vaya a ser que nos salga peor el remedio que la enfermedad”. Por lo pronto, la susodicha reforma al PJF, se aplicó como supositorio.
Pero, pues, ya que andamos en eso, podríamos considerar que también le hace buena falta una reforma sustancial y de fondo al Poder Ejecutivo…y el Poder legislativo, pues, ese quien sabe si tenga remedio posible. Ya ven, como para muestra un botón, el de aquí en Nuevo León, paralizado, casi desahuciado, incapaz de funcionar. Ya no sé yo qué sea peor: si ver lo que ocurre a diario en el Congreso de Nuevo León, o ver una vez por semana “La Casa de los Famosos”.
Pero, no estaría mal, en aras de la más pura democracia, proponer una reforma al Ejecutivo Federal, el que mediante una reforma como la que le zumbaron al Poder Judicial, pues que también el presidente someta a elección popular por voto directo a todos los miembros de su gabinete, a todos los secretarios, subsecretarios y directores de paraestatales, que, como todos sabemos han salido muy ratas en su gran mayoría. Así como ahora tendremos que votar por magistrados, ministros y jueces. Digo, ya que andamos en esos menesteres.
Ya no más selección por dedazo del gabinete central ni del ampliado. A ver si le gusta eso. Ya no más amigos, achichincles serviles e incondicionales, ni compinches puestos por el presidente o la presidenta por decisión personal, cual si fueran Alí Babá y los cuarenta ladrones, como han resultado ser en muchos casos.
También sería bueno asegurarnos de que, mediante el voto popular directo, ningún funcionario de primer, segundo y tercer nivel dentro del Poder Ejecutivo pueda armar componendas con otro funcionario para apoyarse mutuamente contratando a familiares en descarados actos de nepotismo. Claro que, una reforma así, por más democrática que parezca, al Ejecutivo no le iba a gustar. “¡Aplíquese la democracia, pero en los bueyes de mi compadre!” ¿Verdad?
Es más, bueno sería que ninguna persona que recibe honorarios, sueldos o salarios provenientes del erario público, sea designada a punta de dedazo, sino que todos sean sometidos a voto popular directo…¡pero todos! ¡Piso parejo a los tres poderes!
Obviamente, esto suena absurdo, porque si así fuera, también tendríamos que elegir al presidente del INE mediante voto directo, además no se darían abasto organizando elecciones constantemente y los ciudadanos tendríamos que pasarnos la vida haciendo fila para votar por éste y por aquel, para que luego resulte que tan malos unos como los otros y sería el cuento de nunca acabar.