La candidata demócrata a la Presidencia de los Estados Unidos de América, Kamala Harris, dio un golpe de autoridad política al confrontar a un gris contrincante en la figura del ex presidente republicano Donald Trump, quien se la pasó rehuyendo los temas torales. Ayer, muchos de nosotros tuvimos la oportunidad de ver y escuchar el primer y anhelado debate, organizado por ABC News. El evento se llevó a cabo en el National Constitution Center, ubicado en Filadelfia, Pennsylvania, a 55 días de la elección presidencial.
Pero lo que sorprendió a gran parte del teleauditorio fue ver a una Harris natural y auténtica, como lo refleja su personalidad, con ideas frescas, sin poses de rock star y segura de sí misma. Ella pudo convencer a millones de estadounidenses a través de las ideas y el planteamiento de diversos temas, como son: economía, inmigración, aborto y política exterior.
Si no me cree, vaya a ver la repetición del debate de ayer. Observe cómo, desde un principio, la demócrata Harris llega al escenario del debate para saludar al afligido Trump con una mano firme y segura. Sin duda, Harris, a sabiendas de su leal convicción, reflejó más confianza al electorado que un desgastado Trump, quien se la pasó la mayor parte del debate sin mirar a su contrincante e inventando historias grotescas, como la de los supuestos inmigrantes que viven en alguna parte de Estados Unidos y que, para sobrevivir, comían perros y gatos de los vecinos americanos.
También debemos relatar que hubo intercambio de golpes “ideológicos” entre los dos; sin embargo, cada vez que asomaba la cabeza el republicano, la aspirante demócrata le conectaba un gancho al hígado, tal como le gustaba conectar al ex campeón mexicano Julio César Chávez, al grado de que los moderadores (referis) tuvieron que separar a los “peleadores”.
Por lo pronto, una vez terminado el debate presidencial, la máxima estrella del momento, la poderosa cantante Taylor Swift (ídolo de mi hija), se comprometió a impulsar con millones de votos de sus fanáticos a la candidata demócrata y actual vicepresidenta afroamericana. La diva, ganadora de múltiples premios Grammy, cree firmemente en que será una magnífica presidenta y, por el contrario, no ha querido saber nada del desenfrenado y mentiroso ex presidente y candidato Trump. ¿Podrá la dupla Harris/Swift derrotar al peligroso y astuto Trump? Eso estará por verse en pocos días más. Excelente fin de semana, estimado lector. Nos seguimos leyendo y no olvide poner la basura en su lugar.