Y los principales son:
Antropónimos, como los que terminan en -ez, -iz, -oz. Derivan de un nombre propio con una partícula que significa «hijo de» o «perteneciente a». Ejemplos: López (de Lope), Rodríguez (de Rodrigo), Muñoz (de Munio o Muño).
Toponímicos. Se originan en nombres de lugares, como Catalán o Soria, y también en topónimos menores, como Valle o Montes.
Profesiones: Carpintero, Herrera, Molinero.
Descripciones o motes de una persona, como Moreno. Otros ejemplos: Rubio, Castaño, Rojo, Blanco, Fuertes, Delgado, Gordo, Largo, Caballero, Cortés, Leal, Alegre, Bravo, Valiente.
¡Que sea un excelente miércoles!