Sé dueño de ti mismo
Séneca
El día de ayer leía con atención una columna editorial en la que se mencionaban dos hipótesis: una de que a Mariana, al reconocer su derrota, no le importó, ya que en el video no se mostraba con dramatismo, mucho menos con gestos o lágrimas en su rostro; o la segunda hipótesis, en la que la quieren denostar haciéndola pasar por frívola e indiferente por haber aspirado a gobernar la capital industrial del país. No se debe hacer leña de un árbol caído.
Qué pena que una columna de un periódico de ese tamaño salga a denostar la participación de una mujer en política, independientemente de su relación con el ejecutivo estatal. Mucha más pena el no ver la sororidad que tanto presumen Lorena de la Garza y otros personajes que se ufanan de defender el empoderamiento de las mujeres. Ya que no son enemigas, sino adversarias en un momento electoral, pero no en lo demás, ya que la aspiración es para mejorar el estado.
Recuerdo a una Marcela Guerra derrotada en la elección de 1997 en el distrito 18 local de San Pedro. En el año 2000 prueba por segunda ocasión la derrota en el 8vo distrito local al sur de Monterrey, logrando entrar por vía proporcional. Posteriormente fue candidata a Diputada Federal por el V distrito en el 2003 logrando ser Diputada Federal por primera vez.
En el 2006 compitió en una interna por el Senado arrebatándole al genio de Ildefonso Guajardo la oportunidad de ser candidato a Senador, y fue la misma Marcela quien acompañó a Eloy Cantú Segovia; desafortunadamente, ella se quedó en el camino.
Nuevamente Marcela Guerra compite en el 2012 por el Senado, obteniendo el triunfo anhelado de tener su curul en la máxima tribuna del país.
Sufre su tercera derrota en su carrera política en el 2018 ante Santiago González (quien por cierto nuevamente se convierte en Diputado Federal por dicho distrito).
Lorena de la Garza, quien obtuvo su ascenso en la administración medinista como Secretaria de Turismo en la segunda mitad de dicho sexenio, fue acusada por delitos de peculado, los cuales no quedaron demostrados.
Siendo Secretaria General del PRI en el 2018, compitió por el entonces Distrito 20, en donde conoció la derrota en la urna, continuó en su aspiración legítima y jugó en la elección del 2021 siendo suplente de Ivonne Álvarez, quien al obtener el triunfo por el Distrito 1 con cabecera deja el espacio de la titularidad a Lorena de la Garza,
En esta elección de 2024, Lorena se hace del triunfo por el 8vo distrito local localizado al sur de Monterrey.
Melisa Peña conoció la derrota como candidata a Diputada independiente por el distrito 20 en la elección del 2018, con gran valor continuó trabajando en la administración pública, demostrando su talento al sobrevivir al cambio de administración del gobierno independiente a la actual administración emecista, compitiendo nuevamente en este 2024 por el ahora 4to distrito local con la casa de Movimiento Ciudadano, en donde obtuvo un triunfo contundente.
Después de lo relatado anteriormente, debemos entender que la declaración que hizo Mariana al reconocer su derrota solo muestra la fortaleza de la mujer que participa en política; fue pragmática, se mostró dueña de una voluntad ajena a los caprichos de su destino, ya que no pudo elegir las circunstancias externas, pero sí eligió de manera firme cómo responder ante ellas.
Mariana merece el respeto y admiración de quienes participan en política, ya que asumió la derrota de una manera muy estoica, dueña de sí misma, cosa que es de admirarse.
Ojalá y continúe con ese ánimo, ya que le queda mucho por venir, independientemente del prisma con el que se vea.
Epílogo: En una autopsia electoral de Monterrey, Mariana, para ser su primera elección, debe ser considerada una ganadora, ya que según el PREP obtuvo 160,825 votos.
Su más cercano rival, Adrián de la Garza, quien apareció por quinta ocasión en la boleta electoral, obtuvo por el PRI 90,853 votos y por el PAN 95,578 votos; aunque en política los “hubieran” no existen, sí existen los votos emitidos y son reales, tan reales que, si dicha coalición no formaliza de nuevo en la elección de gobernador 2027, tanto el PRI como el PAN están destinados a convertirse en tercera y cuarta fuerza, de hecho, ya lo son.
Si usted, apreciado lector, revisa los votos distritales, podrá ver claramente cómo de haber ido sin coalición, el PRI no hubiera ganado un solo distrito en Monterrey, el PAN solo se hubiera llevado un par y el resto, en términos reales, hubieran sido de MC.