Marea mortal
Ayer fue el clímax de lo que los cursis llamarían la crónica de una muerte anunciada. Los malos de la película echaron... [Seguir leyendo]
La mentira más enorme
Ahora que la candidata a la presidencia del país Xóchitl Gálvez señalara con índice flamígero acusando que las campañas sucias son patrocinadas con los millones de las ganancias del “huachicol” nos trajo a la memoria, que una de las promesas incumplidas del decadente mandatario de México, fue precisamente que terminaría con el “huachicoleo” y que de un solo tajo acabaría con esa grave enfermedad que lacera las finanzas de la nación.
Pero igual que muchas otras frases, se quedaron en el aire, son solamente metáforas y elementos fértiles para una desinhibida plática de ocasión o café aburrido; déjeme le refresco la memoria. Llegando “El Cocodrilo” a Palacio Nacional, luego de haber desocupado la residencia oficial de Los Pinos en Constituyentes y Periférico de la CDMX, gritó a los cuatro vientos que la nación estaba a punto de vivir una tragedia producida por el desbasto de gasolina de una manera que nadie recordaba.
Recomendaba López desde el púlpito de la nueva trinchera de Palacio Nacional que urgentemente habría que comprar cientos de pipas con capacidad de 20 mil litros —no más grandes, ni más chicas— tal vez por la razón que eran éstas las que estaban a punto de turrón para entrega inmediata sin cotizar, obviamente, que es la marca de la casa, dado a la urgencia para que iniciaran la distribución de los energéticos y no se detuviera el abasto y, por consiguiente, el progreso del país.
Semejante mentira. Jamás existió tal tragedia, como al paso del tiempo nos daríamos cuenta que tampoco existieron las pipas, porque hasta hoy, solo sabemos que el dinero salió de la Tesorería, pero el movimiento se ocultó con la mamarrachada de que era secreto de Estado y seguridad nacional, nadie debía saber el costo y el nombre del que surtió supuestamente los camiones tanque, porque para eso intervenía… la Secretaría de la Defensa Nacional y se jodió el asunto, como lo que sucede hasta hoy, nada más existe algo turbio que quieren disimular u ocultar, involucran a los soldados.
La defensoría desde el pulpito mañanero en caso de reclamo, es el de siempre: son los conservadores, neoliberales, los que desean ver que nos enloden con la duda y nos señalen como ladrones y corruptos, cuando todo mundo sabe, que esto ya no es igual que antes, porque nosotros somos honestos y jamás tomaríamos un peso que no sea nuestro… bla, bla bla…
El presidente López piensa que nos chupamos el dedo y creeríamos que la gasolina robada se vendería en las esquinas o casa por casa de a litrito con un mensaje en una cartulina de “llévele, llévele, gasolina barata que es de a peso”. No querido y burdo presidente, la mayor cantidad de litros de combustible no se obtiene pichando un tubo, sino el robo principal sale por la puerta principal de las refinerías con papeles apócrifos y se distribuyen en las gasolinerías de PEMEX, que siendo producto hurtado, obvio deja una ganancia monumental para todos los pillos en acción.
Por eso dice Xóchitl Gálvez que las ganancias cochinas de lo robado del huachicol la asignan para algo que, para darle salida… no se le da entrada, así de simple y qué mejor, gastándolo con proveedores agradecidos que jamás la harán de tos. El huachicol, vive más fuerte y saludable que nunca y los camiones que dice López haber comprado, solo existieron en la mente calenturienta y deshonesta del propio “Cocodrilo”… y los soldaditos de la SEDENA.