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¿Cuál es la principal falla de los diputados locales en Nuevo León?

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¿Cuál es la principal falla de la actual legislatura del Congreso del Estado además de los legisladores faltistas?

Que una buena parte de los diputados locales quieren invadir espacios del Ejecutivo. Así de simple.

Cuando se habla de posesionarios suele aludirse a la gente que se apodera de espacios urbanos.

En realidad, son más posesionarios los legisladores que quieren “posesionarse” de terrenos legales que no son suyos; sobre los cuales no tienen funciones ni competencias.

Recordaré una anécdota del generalísimo Franco. El gobernante español se quejaba de la división de poderes y quería dominarlos todos.

Se preguntaba Franco: “¿Acaso no se dan cuenta que se orquesta una campaña en contra mía?”
“Imposible, señor”, le contestó no sin cierta timidez uno de sus incondicionales: “Acuérdese usted de los tres poderes de Montesquieu”.

Y tronaba el generalísimo: “¡Montesquieu! Ese gilipollas es el cabecilla de estos motines”.
Pues sí, en las “eras agitadas” (la frase es de Octavio Paz), recurramos a Montesquieu.

Un clásico sirve para repensar nuestros problemas presentes porque desde sus épocas remotas entronca con la actualidad.

División de poderes no significa poderes confrontados. En todo caso busquemos un balance: el equilibrio que da el espíritu de las leyes.

Acuñó un término el gran politólogo norteamericano Robert Dahl: “pluralismo polarizante”. Se refería a la parálisis de la política por exceso de confrontación.

En todo caso votemos en Nuevo León buscando un balance, el equilibrio que dé el espíritu de las leyes y evitemos la invasión de atribuciones ajenas por parte de cabecillas mafiosas.

Quizá la próxima legislatura ponga las cosas en su lugar y la división de poderes deje de ser una confrontación extrema entre rivales.

¿Cambiará de manos la mayoría simple y calificada como lo anticipan las encuestas serias?

Sólo si esto pasa, podremos librarnos de los dimes y diretes que calientan la cabeza de tanto dueño de partidos como si fueran franquicias comerciales; agencias de colocaciones.

Ojalá terminen estas “eras agitadas” porque a la voracidad mafiosa del PRIAN le han metido anabólicos y esteroides, para que se hinchen de cinismo. Y luego le echan la culpa a Montesquieu.

eloygarzasincensura@gmail.com

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