Perdón, pero como acostumbra decir el presidente López: “sin ofender”, cuando más lo hace, no estoy de acuerdo con todos los que opinan -incluidos mis compañeros de la pluma- que la desgracia del cierre de campaña de la candidata Lorenia Canavati donde se “coló” Jorge Álvarez estorbo a la campaña presidencial fue inevitable; porque fue atípico, diosito mandó el trágico ventarrón, qué quién se iba imaginar, que la mano del muerto…
No señores. La tragedia tiene varios nombres empezando por el protagónico Erick Cavazos director de Protección Civil que intenta salirse por la tangente, porque si tenían alerta que habría vientos de ochenta kilómetros por hora, debieron ordenar a Troya la empresa que desde hace mucho tiempo se dedica a montar escenarios, estrados, iluminaciones, efectos y todo lo relacionado con eventos masivos musicales, políticos y demás, que duplicara los anclajes y reforzara las medadas de seguridad por si acaso, ya que cobran tarifas bastante generosas y si no lo hicieron fue por: negligencia o desobediencia.
De una manera u otra, si no tenían las herramientas necesarias para brindar seguridad al evento, el papanatas de Erick Cavazos debió haber CANCELADO el evento y si este fue el caso y existió una orden superior -léase Javier Navarro o Samuelito el mentiroso- entonces, eso NO lo disculpa pero asocia a los tres como sospechosos de homicidio.
Vamos a ver si el señor fiscal Pedro Arce Jardón abre una carpeta de investigación para dilucidar quién tiró la cuna y quién la mecía.
Existen otros dos sospechosos.
Miguel Treviño alcalde de San Pedro y el encargado de autorizar los permisos y el director de Protección Civil municipal para que vayan remojando sus barbas.
No estamos tratando de hacer leña del árbol caído, una desgracia es una desgracia, pero lo que si dejará marcado de por vida al cobarde Álvarez Máynez es la manera que aventó a Lorenia Canavati y a Marta Herrera con tal de salvar su pellejo, dejando claro que los tenis fosfo-fosfo son excelentes para una carrera parejera, porque no le vieron ni el polvo y se fue a refugiar a un hospital privado dejando a su suerte a las compañeras del templete.
Más tarde, alguna voz sensata le recomendó regresar al lugar del accidente, pero todo estaba concluido y los cadáveres estaban siendo auscultados por las autoridades forenses.
Por ultimo, Samuel el mentiroso al menos no se le ocurrió llegar en su Cibertruk anaranjada para hacer más grande el escarnio y la vergüenza, pero, tuvo otra ocurrencia insostenible, declaró que el gobierno del estado pasará por los gastos funerarios y demás derivados del accidente y nos preguntamos: ¿Por qué? ¿Que el partido MC de Dante Delgado no goza de un presupuesto choncholón para cubrir esas eventualidades? ¿El grupo musical de Apodaca no cuenta con un seguro de accidentes?
Seamos sinceros, qué bueno que se apiaden de la gente que había ido al evento a escuchar a Lupe Esparza y su afamado grupo Bronco, pero en la línea de responsabilidades está: Troya Eventos y Producciones S.A. C.V., MC como Partido Político, el seguro que deberían tener los organizadores, municipio de San Pedro y luego el Gobierno de Nuevo León.
MENUDENCIAS: la historia del escándalo de las hectáreas que compró Samuelito al “Manitas” Javier Garza Calderón, hijo del “Manotas” y Nora Calderón tiene mucha miga y platicaremos de eso en breve.
Pero les adelanto, está muy encabronado porque la opinión del gobernador deja en entredicho a JGC en su solvencia económica y su honestidad como evasor fiscal y ni una cosa, ni la otra.
¡Ay Sami! Todo te sale del carajo, si compras un circo, te crecen los enanos y la mujer con barba, queda lampiña.