Recorre La Moderna, Topo Chico y La Alianza y pide salir a votar de forma masiva
A cinco días de que concluyan las campañas proselitistas para las elecciones del 2 de junio, este viernes el aspirante a la alcaldía de Monterrey por el PRI, PAN y PRD, Adrián de la Garza Santos, estuvo en tres colonias de la ciudad.
A primera hora recorrió las calles de la icónica colonia Moderna, muy cerca del primer cuadro, donde cientos de personas salieron a saludarlo y a manifestarle su apoyo en los comicios.
Dialogó con los vecinos y les planteó sus principales propuestas a la vez que escuchó las necesidades de los habitantes del sector.
Más tarde, encabezó el primero de varios cierres de campaña en la colonia Topo Chico y luego en La Alianza.
Aunque ya había visitado esas zonas, de nueva cuenta los ciudadanos lo recibieron con entusiasmo deseándole el triunfo.
El llamado general del abanderado de la alianza “Fuerza y corazón por Nuevo León” para la capital del estado fue que haya mayor participación de la comunidad.
“Exhorto a la gente que este dos de junio no sigamos apoyando a quienes se dedican a enriquecerse ante una sociedad que está ávida de que se le resuelvan los problemas”, pidió.
Respecto al presunto enriquecimiento ilícito de Samuel García, gobernador emecista de Nuevo León, Adrián de la Garza se pronunció al respecto y pidió a la ciudadanía «ningún voto a la corrupción.
“Es un acto de corrupción el no poder solventar las necesidades que tiene la sociedad y está nuestro compromiso cívico como personas y el 2 de junio, ni un voto a la corrupción, ni un voto a MC”.
Por eso conminó a la participación masiva y a ser contundentes en expresar lo que la comunidad quiere.
En el transcurso de este viernes, Adrián de la Garza estuvo en la sede estatal del Partido Acción Nacional en donde firmó el “Compromiso contra el acecho”, junto a los candidatos a diversas presidencias municipales y de otros puestos.
Exhortó a sus homólogos a ir más allá y modificar los Reglamentos de Policía y Buen Gobierno para impedir que el acoso se vuelva una práctica común o escale al nivel de feminicidio.