Sus moléculas de grasa dificultan la penetración de bacterias, minimizando el riesgo de descomposición. Aunque puede almacenarse a temperatura ambiente, su duración varía dependiendo de la temperatura y la época del año, generalmente manteniéndose en buen estado por unos días.
Es importante usar recipientes adecuados para protegerla de la luz y el aire, y considerar el tipo de mantequilla, ya que la salada ofrece una mayor protección frente al crecimiento bacteriano.
¡Ánimo y que sea un gran martes!