Era cuestión de tiempo para que la sangre se derramara en #Tamaulipas, en el contexto del proceso electoral en turno. Fue ejecutado a puñaladas NOÉ RAMOS, alcalde y candidato a la reelección en Mante por la coalición de PAN y PRI y el horror de la violencia paralizó a todos.
Así es mis queridos boes, era apenas el quinto día de campaña de NOÉ, salió de un almuerzo con mujeres que simpatizaban con ÉL y se dispuso a hacer un recorrido, donde un grupo de hombres armados, con puñales, se acercó para ultimarlo.
Las imágenes son desgarradoras, terribles, de escándalo y apenas unos minutos después del mediodía, ya le habían dado la vuelta al estado, al país y más allá de nuestras fronteras.
¿Un crimen político? No hay forma de no llamarlo así, por las condiciones en que se dio, en un acto de campaña, tras salir de un almuerzo de campaña, en pleno día y en plena calle.
¿Por qué? Esa es la gran interrogante y seguro en los próximos días, como ya ha comenzado a suceder, vendrán decenas de hipótesis, teorías conspiratorias y narrativas que busquen explicar lo que no tiene lógica, la muerte de un político joven, preocupado por su municipio y sus habitantes.
Lo cierto es que en una de sus últimas entrevistas en Victoria, NOÉ dijo que sentía temor y había denunciado amenazas contra su integridad.
Lo que también es cierto, es que ya se sembró el terror entre los candidatos y entre miles de ciudadanos en torno a la elección, no solo de Mante sino de todo Tamaulipas, porque insisto apenas iba a cumplir su día 5 de campaña, igual que el resto de los casi 200 candidatos a las 43 alcaldías del Estado, los casi 100 candidatos a las 22 diputaciones locales, más los federales y senadores.
Luego de la artera ejecución, las campañas han parado, al menos por ahora, en señal de respeto a NOÉ, pero pronto arrancarán de nueva cuenta, lo harán estoy seguro bajo la sombra del miedo, por la impunidad con la que suelen marcarse los homicidios como el del candidato.
RESPONSABLES, no hay, es muy probable que no haya o que si los hay en el futuro sean los materiales, pero los o el intelectual casi siempre quedan en la impunidad y a veces les alcanza solo la ley del imaginario colectivo.
Sería irresponsable no recordar que desde el año pasado NOÉ ya alertaba por el temor que tenía sobre su vida, las amenazas se ceñían sobre ÉL.
En la última ocasión en la que platiqué directamente con NOÉ, no en entrevista, sino en una charla para intercambiar comentarios sobre la grilla política, ya advertía que las presiones estaban fuertes, no solo para ÉL sino para otros alcaldes.
Hace 10 meses, el Senador de la República ISMAEL GARCÍA CABEZA DE VACA, advertía de las amenazas sobre NOÉ y condenaba que ante las peticiones de protección al gobierno de AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, la respuesta era NO.
“Por este medio quiero evidenciar que la revancha política de AMÉRICO VILLARREAL pone en riesgo la vida del Mante, Tamaulipas, quien a pesar de comprobar las amenazas que le han realizado por parte de crimen organizado, le fue retirada su seguridad”, dijo en un video el senador panista
“El alcalde NOÉ RAMOS, le ha solicitado por escrito al secretario de seguridad pública y al gobernador, que le sea atendida su solicitud de protección, sin respuesta alguna, haciendo caso omiso de la situación, por lo que el único responsable será el Ejecutivo Estatal de Tamaulipas, por mi parte como Senador de la República e integrante de la Comisión de Marina, solicito a la Secretaría de Marina, que le tenga a bien brindar el respaldo”.
Claro que el hubiera no existe, pero ¿y si AMÉRICO y su secretario le hubieran dado la protección que pedía NOÉ, hoy estaría vivo?
Habrá que ver lo que sucede en los próximos días, pero creo que una vez que pase el asombro, el debate político se centrará en las amenazas que había recibido el alcalde NOÉ RAMOS, las solicitudes que hizo al gobernador morenista y que no fueron atendidas.
Creo incluso, que se va a manejar la responsabilidad que pudo tener la negativa de esa protección.
Por lo pronto también hay que advertir que la ejecución de un hombre bueno, preocupado por su ciudad puede desincentivar la participación ciudadana en la elección, ojalá que el daño en ese sentido se logre revertir. Que Dios reciba en su Santa Gloria a NOÉ RAMOS, que sea el último ejecutado en Tamaulipas.
