“La mitad de la vida es suerte, la otra disciplina; y ésta es decisoria
ya que, sin disciplina, no se sabría por dónde empezar con la suerte”
Carl Zuckmayer
Las elecciones del próximo 2 de junio en Nuevo León no serán sólo una evaluación de medio sexenio para Samuel García y Movimiento Ciudadano, sino el punto de quiebre que marcará el rumbo de la segunda parte del sexenio del emecista.
De ahí que todo en relación con los comicios cobre interés especial, incluida la elección de los diputados federales, porque un buen candidato puede “jalar” votos al ámbito local, igual que uno malo puede retirarlos.
La atención de los naranjas debería estar centrada en ganar el mayor número de posiciones en el Congreso local así como en las alcaldías, pero reitero, contar con buenos candidatos a las diputaciones federales es un ingrediente adicional, ya que harán campaña juntos y tener buenos perfiles siempre resulta de ayuda.
Por eso extraña la selección que han dado a conocer de sus aspirantes entre los que no aparecen perfiles ganadores; el único rescatable del listado es, por su experiencia y proyección es Aldo Fasci, pero los demás son una apuesta al aire.
¿Será el papá de Debanhi Escobar un torbellino en las urnas? Sinceramente no lo creo y me parece que es más un lastre que un activo.
Los tiempos famosos de Brenda Bezares y Paola Longoria pasaron hace mucho y hoy apenas se les recuerda, ¿qué van a ofrecer y cuántos votos pueden atraer para el partido naranja?
Los logros de Javier González, Iraís Reyes, Raúl Lozano, Mauricio Zavala, Laura Paula López o Marco González no se aprecian suficientes como para tener un hándicap favorable para su causa, por lo que deberán hacer un enorme esfuerzo para convencer a los votantes de cruzar su nombre en las boletas.
Así, le están dejando toda la responsabilidad del voto naranja a unos cuantos, entiéndase Mariana Rodríguez, Luis Donaldo Colosio, Martha Herrera y algún otro aspirante a una alcaldía que salga por ahí, pero obvio, ellos se preocuparán por sus propios procesos, no por los demás.
Falta aún ver la alineación que propondrán para el Congreso Local, pero de seguir la misma tendencia de no tener excelentes perfiles y mantener la apuesta centrada en lo que ocurra en la campaña, estarán como el jugador que en la mesa se juega todo a una carta, a un ganar o perder, con fuertes probabilidades de lo último.