La declaración hecha por Luis Donaldo Colosio en donde solicita al presidente López Obrador que le otorgue el indulto a Mario Aburto, quien fue procesado por el magnicidio de Luis Donaldo Colosio Murrieta, sorprendió a muchos.
Ya que como sucede cada elección presidencial desde que ocurrió el asesinato quienes participan en dicha contienda presumen que esclarecerán dicho crimen. El edil regiomontano manifestó que pide dar carpetazo final al caso de su padre, ya que con esta acción permitirá sanar a su familia, así como a todos los mexicanos, algunos lo acusaron de utilizar dicha declaración con fines políticos.
Con esta declaración recordé la acción del Papa Juan Pablo II quien en mayo de 1981 sufrió un atentado que casi le cuesta la vida, el domingo 17 de ese mismo mes trasmitieron las palabras del sumo pontífice agradeciendo las oraciones hacia su persona e increíblemente perdonando a Mehemed Ali Agca, quien había atentado contra él. Juan Pablo II fue más allá al visitar a su agresor en prisión, demostrando la reconciliación del individuo.
Luis Donaldo desde que inició este año se dio a la tarea de la reconstrucción de la mesa de trabajo de alcaldes metropolitanos, y ahora con esta declaración marca una vez más el camino que se debe de seguir, que es el de reconciliación tanto de los políticos como la sociedad, para que quienes ocupen algún puesto público puedan recuperar la confianza del ciudadano.
El perdón libera el alma, el perdón no cambia el pasado, pero amplia el futuro, y eso lo entiende muy bien Luis Donaldo, bien por él. Independientemente del PRISMA con el que se vea.
Epílogo: William Shakespeare acertó muy bien al decir “ámame u ódiame, ambas están a mi favor. Si me amas siempre estaré en tu corazón. Si me odias, siempre estaré en tu mente…”
El expresidente López de Santana en su soberbia no quiso entender de sus errores, y en lugar de solicitar un perdón, solo esbozó que él era el responsable del timón, mas no de la tormenta. Después de salir del país al que había hundido en una crisis financiera y de identidad nacional al haber perdido gran parte del territorio de la nación.
El expresidente López Portillo ofreció un perdón a los marginados y desposeídos por no haberlos sacado de su pobreza, al grado que hasta lloró. Hoy se encuentra en el olvido y en la historia de la crisis financiera y corrupción que sufrió el país por años.
El presidente López Obrador muestra mucho de lo que es al declarar que él no puede otorgar un indulto al alegar que el asesinato del entonces candidato presidencial Luis Donaldo Colosio Murrieta porque es un asunto de estado y no quiere que se deje de investigar, en pocas palabras el presidente no sabe perdonar. Parece que AMLO está dispuesto a permanecer en la mente de los ciudadanos en el mismo rol que tuvieron los otros presidentes que tuvieron el mismo apellido, y no en el corazón con todo y el supuesto amor que le tiene al pueblo.