La creación de los diputados plurinominales en 1977 fue con la idea de conseguir la representación de ciertos sectores específicos minoritarios del pueblo de México. Con el tiempo, esta figura se ha degenerado en una estrategia para repartir puestos, cuestión de ver a quienes ocupan dichos espacios y a aspiran a obtenerlos en la próxima legislatura federal.
Cuando los diputados y senadores plurinominales son elegidos por los mismos partidos políticos, se encuentran obligados a satisfacer los intereses del partido y no de la población, ya que fueron los partidos quienes les otorgaron el puesto dentro del congreso de la unión, lo que es una tristeza y una realidad.
El día de ayer al ver la lista de los candidatos PRI y del PAN por la vía plurinominal al Senado y al Congreso de la Unión, queda demostrado que el único interés de quienes aceptaron ir en esa lista es por su ambición personal, anteponiendo como siempre lo han hecho estos individuos sus intereses personales antes que por los intereses de los ciudadanos a quienes pretenden representar.
Ver la nota me hizo recordar allá por el 2009 cuando escuché a Ildefonso Guajardo decir que el ya no quería ser diputado plurinominal como lo había sido en el 2000, que quería ser diputado por mayoría, ósea ser votado en la boleta. Sin embargo, su acción no fue concordante con su pensamiento, ya que participó en la elección por el distrito con cabecera en Apodaca (bastión priista) y no por el distrito en donde vive en la zona Cumbres, sabiendo que sería ampliamente derrotado, en pocas palabras jugar en una zona premium del PRI, para Ildefonso era como ir en una plurinominal. En el 2021 aceptó ir nuevamente de diputado de lista, ya que sabe que aun con su preparación es poco redituable en la boleta.
La egolatría es un mal que afecta mucho a los políticos, es cuestión de ver a los personajes que van apoyando a Xóchitl Gálvez como hacen gala de esa egolatría y ambición para garantizar no vivir en el error y seguir siendo parte del sistema, el bien de la nación es lo que menos les importa.
Tanto Alito Moreno, Francisco Cienfuegos, Rubén Moreira, Julen Rementeria, Cabeza de Vaca, Marcela Guerra, Carlos Aceves del Olmo, Sylvana Beltrones y la mayoría de quienes los acompañan, demuestran el principio de Peter, ya que han alcanzado su nivel máximo de incompetencia electoral, por lo que se suben (al arabesco lateral) a la última posibilidad que es la vía de la lista plurinominal.
La mayoría de los personajes que van en la lista antes descrita nos confirman que ellos en su acción aplican aquello de primero mis dientes, luego mis parientes. En resumen, la ciudadanía es lo que menos les importa. Independientemente del PRISMA con el que se vea.
Epilogo: Cuando el barco se hunde, las ratas son las primeras en brincar del él, eso es lo que le sucede actualmente a una parte de la oposición llamada Frente Amplio Opositor, es un buque que no alcanza a ser botado del astillero, y ya se hundió, pobre Xóchitl, sufriendo una derrota anticipada y siendo cuchillada por la espalda como lo fue Julio Cesar en la antigua Roma. Definitivamente, nada nuevo bajo el sol en la política y el comportamiento del individuo.
Muchas de las ratas huyen, algunas otras, como en la fabula de la rana y el escorpión, pretenden subirse al lomo de otros para cruzar el rio, aun sabiendo que, en la mitad del camino, responderán a su naturaleza destructiva y tratarán de matarlos, aunque perezcan. Así como se vio el reclamo de Mario Cortez al gobernador de Coahuila en sus acuerdos preelectorales, veremos la división y el caos de la oposición pasada la elección, al tiempo.