La expresión “en tela de juicio” proviene del ámbito jurídico antiguo. En los juicios medievales, se usaba una tela o paño colgada en un lugar visible para representar a la persona o cosa que estaba siendo acusada o sometida a juicio.
Los jurados o jueces consideraban las pruebas y argumentos presentados y, al finalizar, emitían su veredicto sobre esa “tela”.
Por lo tanto, cuando algo se pone “en tela de juicio”, se alude a la idea de que está siendo evaluado o cuestionado, como si estuviera siendo expuesto ante el jurado para su veredicto.
Así la tradición… ¡Excelente viernes!