Por: Vicente Guerrero
Ver en la gran pantalla al galán Humberto Zurita convertido en un papá emproblemado que lucha por mantener el equilibrio entre el trabajo y el hogar, hace que “Un Retrato de Familia” se vuelva un hit en la taquilla del cine mexicano.
Este histrión, conocido por sus notables interpretaciones de personajes de conquistador sobre todo en las telenovelas, convierte a la cinta dirigida por Adrián Zurita en una opción viable para acudir por combo de palomitas y refresco para disfrutar en la sala de cine, precisamente, en familia.
La historia en sí misma no es nada del otro mundo, pero sí el tratamiento que el director le da a los relatos de cada uno de los personajes del clan familiar que encabeza Mariano Avendaño, personificado por Humberto Zurita.
Se ve en la pantalla al patriarca que ha dedicado 30 años de su vida a trabajar en una empresa, y que ahora, por invitación de su jefe don Joaquín, interpretado por Hugo Stiglitz, podría ser ascendido a director general del corporativo.
El punto es que este hecho desencadenará una serie de sucesos que pondrán entre la espada y la pared al protagonista, pues en un afán de no caer en el error de perjudicar la relación con su esposa y sus hijas, deberá ponerse a prueba que puede lograr el balance entre ambas facetas, la de padre y la de empresario exitoso.
Seguramente que más de uno saldrá de la sala de cine entonando aquella melodía que dice “A menudo me recuerdas a alguien…”, letra del ochentero éxito de Miguel Ríos, quien hace una aparición especial, junto al guitarrista Alejandro Vallín, de Maná, lo que le da un extra a la cinta que salió en proyección en salas este 21 de julio.
Además de Humberto Zurita, en el reparto están Mar Saura, Ximena Romo, Macarena Miguel y Regina Contreras.
De las hijas de don Mariano Avendaño, mejor no se les adelanta nada a los lectores para que descubran cada una de sus historias particulares, pero sí hay que decir que entre ellas se ve el reflejo de una sociedad mexicana de estos tiempos.
La cinta logra dar a entender cómo han cambiado los tiempos y las formas de interactuar al interior de los hogares mexicanos, particularmente, lo que representa, en muchos casos, un choque generacional que hay que enfrentar y que la película aborda de manera sutil.
Es tiempo de vacaciones, por lo que, si tiene oportunidad de ir al cine, vaya a ver esta cinta en pantalla grande, como mejor se puede gozar el séptimo arte.