En un film bueno sin llegar al codiciado “Óscar” Joe Black es un personaje ficticio que encarna Brad Pit y que es la mismísima muerte que viene en busca de William Parrish millonario sujeto que se niega a entregar su alma al proceso natural que todos sabemos emprenderemos algún día, pero nadie está dispuesto a iniciarlo y que Sir Anthony Hopkins realiza excelente actuación en esta comedia ligera muy gringa.
Al final de cuentas toda la trama es cómo un mortal se obsesiona por conocer a un personaje que se lo llevará del mundo de los vivos. Es una preocupación tratar de conocer el enigma de quiénes nos rodean.
Muchos tenemos la gran interrogante de saber y entender quién es Samuel García mejor conocido como “Sami Mattel” desde que arribó a tierra firme como gobernador electo en una disyuntiva que debemos entender, Samuel no ganó, la ciudadanía perdió por la estúpida sinrazón de dejar que le impusieran un par de cartuchos quemados como son Fernando Larrazábal por el PAN y por el PRI Adriancito el pequeño hampón que no se llevó el kiosco de la plaza zaragoza… ¡porque no le cupo en la cartera!
Ante una evidente falta de seriedad y oficio político pensando que cualquier candidato no le sabría ni a melón al dúo dinámico de Adrián de la Garza y Paco Cienfuegos arrearon banderas y entregaron las armas ante una tremebunda revolcada que les dieron en las urnas y ya después se dieron cuenta que hubiera sido más beneficioso dejar a Cienfuegos como candidato a Nuevo León y tal vez hubiera sido menos penoso el descalabro.
Pero a lo hecho pecho y llega Samuel a la codiciada silla, como dijeran los clásicos, con un maletín repleto de ilusiones, pero poco bagaje de seriedad, perfil e inteligencia porque ya nos hemos dado cuenta y lo dijimos en su momento, ya para aprender fue mucho y está enseñando de qué está hecho y nos damos cuenta que es ilusión y papel maché, pero nada de esencia y realidad.
Es frecuente la visita a… donde sea, para buscar la nota y que sus genios de comunicación hagan maravillas como lo señala Ramón Alberto Garza los bautizó como CJNC -Cártel Jalisco Nueva Comunicación- importados de la tierra del mariachi donde se los avaló y respaldó Enrique Alfaro tal vez soñando que Nuevo León es igual que Jalisco… y nanay, aquí dicen los rancheros, las mujeres se quedan jorras que parir cabrones.
Sami descubrió un venero en la sierra de Rayones y ya estaba haciendo pandos los becerros -sin saber que esa agua es de Coahuila- sumando al caudal que le urge encontrar para aliviar la sed de los afligidos nuevoleoneses que ya no se tragan la pastilla del “NUEVO Nuevo León” que está resultando peor el nuevo que el que ya conocíamos.
Frases jocosas como si intentara ser consumado humorista o animador de carpa arrabalera, con dichos, albures y situaciones comunes para hacer sentir que tenemos un gobernador raza, que saluda a muchos y a todos les habla de “compadre” cuando ni siquiera los conoce. Se metió a un rancho a Los Ramones, luego al Sotolar en Linares, visitó Allende y ahí le salió la gata respondona, igual que en el rastro de la ciudad gritó y vociferó que con ese ahorro de agua la crisis nos la pela y donde lo embarcaron fue cuando refirió de sinvergüenzas y ladrones a la organización Sultanes dejando en evidencia a Pepe Maiz, pero nunca le dijeron que el socio era Pancho González dueño de Multimedios que de paso lo hizo ver más verde que el trigo verde cuando le “sacó” la autorización de cambiar de nombre al estadio que debería llamarse siempre “Sultanes de Monterrey” por un convenio firmado desde que se cedió el terreno, por lo que ahora está cobrando millonarias sumas el señor González indebidamente.
Pero ya estamos conociendo a Samuel García, que de gobernador tiene los que tiene Joe Black y que al final nos llevará con él a su infinito destino.