Confieso que no por exacerbar un chauvinismo de corral de baratija, poco veo los canales de televisión local primero por su indebida comercialización incontrolable por la avidez del mercado, después por la fortuna de contar con sistema de pago y el maravilloso control que nos brinda la libertad de cambiar de canal cada que se nos hincha la gana, como el domingo noche de las contadas ocasiones que visité Multimedios en el programa “Cambios” que rimbombante le adicionaron el adjetivo “Nuevos” para distinguirlo del anquilosado del Arq. Héctor Benavides. Como el slogan de las farmacias similares; lo mismo, pero más barato, o como el nuevo Nuevo León.
Es muy pobre la convocatoria o precaria la inteligencia y sentido común de invitar a gente adecuada para hablar del tema de la fallida requisa del transporte donde por fin conocí al secretario general de gobierno Javier Navarro que en lo que va del ejercicio del nuevo gobierno son contadas las ocasiones que se atreve a decir: presente.
Cualquiera imaginaría que Víctor Martínez, conductor de medio pelo que se hizo cargo del programa convocaría a la contraparte obligadísima que es el camionero Abelardo Martínez propietario de la Ruta 400 que por “pistolas oficiales” requisaron la empresa. De eso hablaremos después.
Pero no, llevaron al director del Transporte y a otro invitado que ni pinta ni da color, hágame usted el favor. Ya nos dimos cuenta que dentro de su famélico menú si no están disponibles Gilberto Marcos, Javier Sepúlveda o Marco Pérez Valtier, tristemente no tienen quién saque la pelota del cuadro. Pero bueno, es lo que hay, cabrestear o ahorcarse.
El pobre secretario de Gobierno no tiene ni idea de qué trata su encargo y la fama que precede su bufete de abogados Baker & McKenzie y asociados me parece mucho collar pal perro, porque la oratoria y presencia escénica del “X2” es bastante modesta con tintes de parca, distante a la imaginación y deseo del periodista Javier Sepúlveda de querer ver un funcionario vigoroso. Al contrario.
Como no hubo quién diera la “otra” versión, el programa fue sinfonía, no por calidad de audio sino por la comparsa, ya sabe usted, para bailar el tango se necesitan dos y solo se reafirmó que el programa “Nuevos Cambios” es un infomercial mal hecho y pesimamente producido del que la empresa debe estar cobrando buena tarifa para maquillar la arbitraria e ilegal acción de requisar una empresa donde lo más triste es evidente que la cabeza de este gobierno es poca, su gabinete, es nada.
Hubiese sido más digno y elegante que un experto en movilidad y sobre todo en legalidad pronunciara la frase mágica que este gobierno no aprendió: perdón, ¡nos equivocamos!
Quedaron como el cohetero, mal por todos lados, pocos cuetes le tronaron y de los que salieron, no recogieron las varas.
Será entre difícil e imposible que Sami pueda tener tamaños y sabiduría de poner las cosas en su exacta dimensión, primero porque no sabe, luego porque no entiende y finalmente le apena decir que se equivocó.
Una disculpa, olvidé agregar de su gabinete, pero poco hay que sumar.
Total, entre la paupérrima oferta de una producción digna en propaganda por televisión y las promesas del NUEVO Nuevo León, mejor que vuelva “En familia, con Chabelo”.
MENUDENICIAS: Entre la triste noticia de que el buen Gregorio Treviño fallece y la inminente salida del gabinete de Aldo Fásci, dejamos una condolencia para los que admiramos a Goyo y mejor suerte al italiano para mejores ocasiones.