Una pareja se baja de un carro. Hombre y mujer. Nada anormal en su comportamiento.
De improviso, el hombre abre la puerta trasera del vehículo y jalonea a una niña con vestido blanco y estampados en rojo. La arroja violentamente a la banqueta.
El hombre grita a la menor que se vaya con su papá. Le estira el cabello y ella con valentía enfrenta a su agresor.
La mujer mira el hecho a la distancia, sin intervenir.
La escena fue captada por una cámara de seguridad. De inmediato circuló en redes sociales. A los pocos minutos se volvió viral.
El gobernador Samuel García dio con la nota viralizada y escribió en Twitter: «Vi un video que está circulando en redes que muestra a un tipejo violentando a una niña pequeña. Es indignante ver la forma como la golpea y lastima».
La Fiscalía ha iniciado la investigación respectiva. Dice que no muestra las imágenes «para evitar la afectación de su valor probatorio».
¿No mostrar las imágenes? ¡Pero si gracias a que se viralizó este video ya se dio con el presunto culpable!
De no reproducirse miles de veces en Twitter, Facebook e Instagram, el hecho hubiera caído en el agujero negro de la impunidad.
¿No mostrar las imágenes? ¡Pero si gracias a esas imágenes y a que conocemos de memoria las calles de Monterrey, muchos regiomontanos accedimos a Google Maps y en un par de minutos coincidimos virtualmente, al mismo tiempo, con el sitio exacto del hecho!
Se trata del cruce de la calle Los Llanos con calle Presa de la Azúcar, en la colonia Moctezuma, al norte de la ciudad. Sucedió enfrente de un despachador automático de agua purificada.
¿No mostrar las imágenes? Pero si de esa forma supimos al instante que la pareja se bajó de un vehículo Stratus negro, fácilmente localizable porque, como todos sabemos, ya no hay muchos Stratus negros circulando en las calles de Monterrey.
Michel Foucault habló de la sociedad vigilada. Otro filósofo, Gilles Deleuze (uno de mis pensadores de cabecera) escribió sobre la sociedad del control.
La vigilancia y el control es monopolio del gobierno. Pero a veces, la sociedad red se organiza, y espontáneamente, instantáneamente, al margen de la autoridad pública, emprende sus propias investigaciones.
Es la inteligencia colectiva. Si todos nos lo proponemos, podemos.
Ojalá esta niña violentada ayer, deje de ser víctima y viva su vida futura con normalidad. Y sean sus agresores, no ella, quienes sean controlados, vigilados y en su caso, castigados por su mal proceder.
Última hora:
Me señala una fuente confiable de la Fiscalía General de Justicia del Estado que agentes ministeriales ya detuvieron al presunto agresor de la menor.
También me aclara esta misma fuente que la razón de no difundir el video en sus redes sociales oficiales se debe a que están guardando el debido proceso; de lo contrario, dicho estaría viciado de origen al no respetar la presunción de inocencia.
En pocas palabras el presunto culpable no pisaría el penal. Así lo establece la ley.
La menor ya está bajo resguardo en el Centro de Justicia para las Mujeres de la Fiscalía.