¿Tiene futuro, la exigencia de nulidad de la elección del 5 de junio en Tamaulipas?
Bajo el camino que tomó el PAN, para concretar esa solicitud, no. Es decir: con la presunción de trasgresión de MORENA a los principios de equidad y de legalidad, -en el escenario regional- poco puede fructificar -por no decir: nada-.
Los abogados del PAN, intentan probar documentalmente que se falseó la voluntad popular para hacer ganar a Américo Villarreal Anaya.
¿Qué es lo más macizo que llevan los representantes legales azules a los tribunales electorales del país?
Unos videos, donde se pueden ver a hombres y mujeres echando violentamente de las casillas a representantes del PAN, en la zona tamaulipeca que tiene su epicentro en el municipio de Hidalgo.
Correcto.
¿Quiénes son esos sujetos?
¿Se identificaron como militantes de MORENA, el PV o el PT?
¿Hay testigos para afirmar que quienes fueron filmados a todas luces ejecutando un delito electoral, tienen nombres y apellidos?
¿Esa turba, pudo haber tomado los colores de MORENA para auto-victimizarse?
¿El evento, incidió determinantemente en el resultado de la elección? (Es decir: ¿se puede cancelar el derecho de votar que realizaron más de 720 mil ciudadanos a favor de Villarreal Anaya, por un incidente que acaso -si realmente se puede demostrar que ocurrió- pudo incidir en algunos 10 o 15 mil sufragios en esa comarca?
Otra: acusan de intervención en la elección de servidores públicos de MORENA en los comicios. Hasta fotos de presuntos siervos de la nación con todo y chaleco con logos, sustentan esa presunta ilegalidad.
Lo mismo, que con los videos:
¿Tienen el oficio en donde se les ordena participar en el proceso electoral a favor de un candidato?
¿Fue generalizado en el estado, esa actividad?
¿Algún inconforme los identificó por sus nombres?
Otro elemento de razonamiento jurídico que cancela la viabilidad de la anulación de la elección, es la preeminencia en todo juicio de valor electoral: el voto ciudadano. Nadie puede pensar, siquiera, en cancelar la voluntad de las mayorías con todo y que algunas minorías hayan conculcado las leyes electorales.
Acaso no se recuerda, la argumentación del IFE ante la evidencia de la intervención del presidente Fox en la elección del 2012: no determinó el resultado de la elección.
La única hendidura por donde se le podría escurrir el triunfo al cardiólogo victorense es el rebasar los topes de campaña. Asunto, menor que los contadores de MORENA, deben tener ajustado y cuadrado.
El tiempo juega a favor del lopezobradorismo y en contra del PAN: en el remotísimo caso de ganar la nulidad de la elección, en la contienda extraordinaria MORENA, podría alcanzar el millón de votos.
Por una razón: los actores y factores que participaron en estos comicios, ya no meterán la mano en una elección extraordinaria.
Conclusión:
El PAN tamaulipeco, ganaría más, mucho más, perdiendo una y no dos veces.