Exdirigentes y maestros jubilados, curtidos todos ellos en las lides sindicales, perciben que en la elección para nuevo dirigente de la Sección 50 del SNTE, hay “mano negra y dados cargados”.
También advierten que los ánimos se pudieran caldear conforme se acerque la fecha para llevar a cabo el proceso electoral magisterial, señalada ésta, para el próximo 29 de junio.
Que no se engañen los candidatos y que tampoco engañen a los casi 30 mil maestros activos y otros miles jubilados. Dos o tres tienen grupo y a otro más le favorecen los dados cargados.
El nuevo sistema para la elección del futuro dirigente no es confiable para exdirigentes, tampoco es tan democrático como se ha difundido. De los 9 candidatos registrados, cinco o seis van a declinar.
Todos los candidatos están bien identificados. Todos han participado en procesos anteriores y han ocupado algún cargo dentro del comité ejecutivo. Ninguno es nuevo, aunque se precien de ello.
La “mano negra no es espinosa” y, más que negra, se ven manos multicolores, esto en alusión al gobernador del Estado, a sus asesores, priistas y panistas, peteistas y hasta los morenistas y “ajonjolí de todos los moles”.
Los maestros que son ajenos a los vaivenes políticos, deben elegir a quien verdaderamente vaya a defender el patrimonio que tienen, el ISSSTELEON, esa institución saqueada por exlíderes y ex gobernadores.
En esta cercana elección están en juego muchos intereses. El proceso le interesa al presidente Andrés Manuel, al dirigente nacional de MC, Dante Delgado y, sobre todo, al secretario general del CEN del SNTE, Alfonso Cepeda Salas.
Quien sea el electo dirigente magisterial en NL, tendrá una participación política muy plural en la elección del presidente de México en el 2024.