Tiene razón Samuel García. Para reclamarle no hay que mentarle la madre. Pero él no debe azuzar diciendo, “Ahí está El Bronco, ahí está al que le deben mentar la madre” (sic)
Y si de madres se trata, él fue quien empezó. Para ganar simpatías imitó a “El Bronco”. En una entrega de escrituras pronunció ¡Ni Madres! por los municipios periféricos.
Reiteramos, no se valen las mentadas de madre. El lenguaje nacional es muy amplio para reclamar a un funcionario público. Basta señalar su incapacidad y mediocridad para el cargo.
Samuel, al menos en público, no le ha mentado la madre a “El Bronco”, a Manuel González y sus sobrinos, a Manuel Vital y otros funcionarios millonarios del sexenio pasado.
En su posición de gobernador, se ha referido a ellos llamándolos bandidos, ladrones, rateros, sinvergüenzas, transas, asaltantes y otros calificativos, al acusarlos públicamente.
Ahora, qué si los ciudadanos se dirigen a él en lugar de sus funcionarios, es porque él mismo quiere ser, como dice el dicho en el beisbol, “el dueño del bat, los guantes y la pelota”.
Pero también para deslindarse del problema del agua, sale a decir que a él no le toca la mentada de madres, porque no es asunto suyo. Que el abasto de agua le toca a Conagua.
Ahí sí y con todo respeto, no hay por que mentarle la madre a samuel, en todo caso, hay que utilizar otro lenguaje. Por ejemplo, decirle “Zacatito, Zacatón” o simplemente “Rajón”.
Para cerrar esto, hay que recordarle al joven Samuel lo que debió aprender en primaria. El Respeto al Derecho Ajeno es la Paz.