Las citas citables que por años ha publicado la revista Selecciones” del Reader’ s Digest que nació en los años cuarenta, refiere expresiones usuales regularmente con mucho contenido. Dice una de ellas: “Con esos amigos… para qué quieres enemigos” y ayer platicaba de que uno de los grandes problemas que enfrenta la política de oposición en nuestro país era la ausencia de líderes y de los pocos que se atrevían a subir al escenario carecían de todo y no llenaban los zapatos de los que, acostumbrados rendíamos pleitesía antaño.
Debo reconocer que uno de los contados que habla recio y pisa fuerte, aunque también sea vomitivo es el tabasqueño inquilino de Palacio Nacional porque además de poseer carisma, talento y personalidad está enfermo de poder y se excede en sublimar mentiras recurrentes que utiliza como pan de caja, o sea, a cada momento sin importar los resultados y envuelve todo en la frágil envoltura de la demagogia.
Pero más que hablar del “Mesías de Papel Maché” que tanto daño ha causado a la nación, porque con todos los defectos que son incontables llegó al poder y eso le da el derecho como fue el reclamo perene a Vicente Fox que la gran mayoría imploraba una explicación de cómo había arribado al poder si es un pobre diablo que ha vivido en el matriarcado patológico desde que nació, y la respuesta facilona es que no es tan estúpido como se cree y que a pesar de todo fue presidente luego de haber sido modesto vendedor de refrescos.
Hablemos de Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas ex gobernador de Campeche, presidente del PRI y ahora soñador que merece —¿merecía?— sentarse en la silla presidencial, a eso habría que agregar que es arrogante, altanero y mamón que se siente bordado a mano con pendejuela y chingaquira que suele presumir aviones propios y una chequera adiposa que comparte con la familia entera.
Siguiendo con los refranes dicen que cuando la perra es brava, hasta a los de la casa muerde y la señora Layda Sansores también gobernadora del mismo estado, arremetió fuerte, duro y macizo contra Alito dando a conocer audios de una conversación telefónica con Manuel Velasco el güero mampo —maricón— donde entre otras linduras Moreno embadurna de estiércol a la esposa y a su señora madre hablando de una sospecha de evasión fiscal.
Inteligentemente, Layda que es más ordinaria y boquifloja tiene en posesión múltiples conversaciones telefónicas y las ha “dosificado” para tener más balas en la pistola del desprestigio y hacer pinole la poca credibilidad y honorabilidad —si es que tuvo algo— que le queda al presidente del PRI, que si fuera algo decente ya hubiera renunciado y abandonado la sala por la puerta trasera.
Más allá si este pobre hombre y no me refiero a la billetera, sino a su categoría como ser humano, sea culpable o inocente de lo que escuchamos en las grabaciones, acusa grado sumo de estupidez porque no concibo que una persona que quiere hablar de intimidades y posible delincuencia por evasión fiscal embarrando a su familia en esa hoguera de vanidades, sea tan burdo y estúpido como para hacerlo por esa vía, en una época que las comunicaciones las manejan de manera experta hasta los bebés de estimulación temprana, por dios.
Manuel Velasco que estaba al otro lado de la línea, se quedó absorto y sólo tímidamente se atrevió a decir que no había dado autorización a Alito que grabara la conversación, misma que luego diera a conocer la señora Sansores.
Ya ven porque digo que no hay lideres con capacidad ni inteligencia… Con esos baturros, ni a la esquina.
Dejan la mesa puesta para que triunfe el candidato de ya saben quién.
