Difícil inicio de Semana Santa para el gobernador Samuel García, quien en este momento carga con muchos fierros en la lumbre (entre ellos el Palacio de Gobierno nuevamente), el más difícil el caso de las jovencitas desaparecidas, y con el lamentable fallecimiento de algunas.
La historia es memoria, y esa memoria es importante para no volver a tropezar con la misma piedra. De todos modos, el individuo tropieza, pero tropieza menos el que tiene una idea más o menos certera de lo que sucede en un estado.
Debe de entender el gobernador que llegó ofreciendo un cambio, ofreciendo una transición y aunque sea una promesa electoral debe de cumplirse o el ciudadano que depositó su voto en la urna va a marcar otro círculo en la papeleta en la próxima elección.
La ecuación temporal de lo político no reside en la duración del mandato sino en la duración del poder. Es muy importante que el gobernante lleve bien la cuenta de los retos que se planteó. En pocas palabras saber que el éxito político tarda tiempo en llegar, si es que se da.
Lograr la estabilidad de un estado se obtiene en mínimo diez años de un muy buen talento político. Cuando se busca seguridad se consumen alrededor de 15 años con voluntad firme, inversión real y valentía.
El sueño de todo gobernante es ingresar a la gloria histórica, y para eso se necesita más de 25 años, pero se debe de tener mucho cuidado. El gobernador Samuel debería de entender que el gobierno se mide por sexenios, pero la gloria de la historia se mide por siglos.
El gobernante debe de comprender que, si la pasión de gobernar es cálida, tórrida, la inteligencia debe de ser fría para dominar a la pasión y con ello hacerla mucho más efectiva.
Como se lo escribimos cuando hablamos acerca del abucheo, la certificación del éxito es tardada pero el fracaso es inmediato. Cuando el gobernante se equivoca, falla, comete un desatino o se confunde todos los ciudadanos y los medios lo registran al día siguiente.
Los verdaderos políticos no existen para resolver lo fácil sino lo complicado, lo difícil. Para ello es de suma importancia que repasen la historia y apliquen el conocimiento adquirido. Prueba de ellos han sido quienes han tenido la capacidad de gobernar con congresos contrarios al ejecutivo, con la adversidad de la opinión pública, la prensa, de la economía y de muchas otras problemáticas.
Cuando un estado se encuentra en una excelente posición, requiere de gerentes y no de políticos. En este momento lo que requiere Nuevo León es un político real. Independientemente del PRISMA con el que se vea.
Epilogo: En la metáfora de Ulises en la Odisea, el canto de las sirenas (mitad pez y mitad mujer) atraía a los marineros, haciendo que se arrojaran al mar y se ahogaran. Para atravesar dichas aguas, Ulises urde un plan de ser amarrado a un mástil y se coloca cera en sus oídos para escuchar un poco de dicho canto. Ese amarre es la ética, es la moral. Quien está en el poder no debe de dejarse llevar por los que le cantan que es eterno. Como lo hizo Ulises quien escuchó y vio a las sirenas, pero no lo pudieron jalar, ya que el mástil y la cera son representados por la sociedad civil. Han existido políticos que se arrojan al mar, cuestión de ver cómo les ha ido a los ex gobernadores presos, quienes se olvidaron que debían sus puestos a la sociedad.