«No hay borracho que trague lumbre…”
La brillante idea del Secretario de Desarrollo Sustentable en el estado, Fernando Gutiérrez Moreno, de multar a los conductores que causen daños a las señales delimitadoras de la Ecovía, suena simplista, ramplona y además a vaga promesa sin ganas de cumplirla.
De acuerdo con la normativa, aquella persona que cause daños a la infraestructura pública está obligado a pagarlo, por lo que la declaración del funcionario está totalmente fuera de sitio.
El problema es que los materiales empleados para esa función son demasiado endebles y cualquier auto se encarama, invade los carriles y además destruye el delimitador; no se diga si se trata de una camioneta o un camión de carga.
Cuando en el acceso desde Constitución a Gonzalitos colocaron los delimitadores de concreto, todo el mundo puso el grito en el cielo y más de un ingenuo pensó que podría saltarlos sin causar daño a su vehículo, prueba de ello la enorme cantidad de marcas y tallones; ha pasado el tiempo, el artilugio aunque feo, ha funcionado, aunque a decir verdad lo que no ha cambiado es la poca cultura de los conductores que se empecinan en cambiarse de carril y obstruir la vialidad sin importarles los demás.
Sobran “listos” en esta ciudad. Por doquier te encuentras con gandallas abusivos que se meten a la brava, que se detienen donde quieren, que se empeñan en hacer su santa voluntad sin pensar en el riesgo que corren y el que hacen correr a los demás y todo porque tienen prisa, porque se les antoja o nada más de puros puntos.
Por eso el delimitar carriles con chimistretas de plástico no funciona ni va a funcionar nunca, porque se requiere de fierro y concreto, de paredes y bordos que impidan que se crucen, se suban, se monten o quieran pasarse de vivos.
¿Va a poner el señor Secretario a vigilantes para imponer las multas a quienes destrocen sus señalitas de juguete? No y por eso mismo tendríamos que solicitarle, atenta y respetuosamente, que no pretenda burlarse de la inteligencia de los ciudadanos y que antes de tirar dinero, piense en todas las posibilidades.
Soluciones de verdad, no pretextos infantiles, por favor.
